Estuve
hace tres días en la sala de vacunas de Landako (Durango) y si algo me llamó la
atención fue la falta de tensión, de ritmo, de urgencia, que se
respiraba en lo que se refiere al ritmo de imposición de vacunas, lo que
cuadra perfectamente con los números que expongo a continuación.
En
los tres meses que llevamos con la campaña de vacunación, se ha
efectuado la vacunación completa del 3,80% de los habitantes del País
Vasco o lo que es lo mismo una velocidad crucero de un 1,27% mensual.
Recordemos la "previsión / deseo" de nuestras autoridades
político/sanitarias - no apeada hasta la fecha- de tener vacunada el 70 %
de nuestra población para el verano, no precisando si para el principio
o final del mismo. Si suponemos que su deseo era alcanzar ese sueño
para el principio del mismo se precisaría para conseguirlo un ritmo de
vacunación del 22% mensual contra el 1,27% conseguido hasta la fecha,
antes indicado. Ese ritmo del 22% bajaría a la mitad, al 11% mensual si
los deseos se cumplieran para el final de la estación veraniega, para el
20 de septiembre.
¿Alguien en su
sano juicio puede mantener esa, vamos a llamar caritativamente
"previsión" ?. Item más. Con esta política de "pasito p'alante, pasito
p'atráś", tipo yenka, al ritmo que llevamos emplearemos 55 meses, o
sea, ¡ 4 años y medio ! en alcanzar ese sueño que supone tener el 70%
de la población inmunizada.
Cada
vez se asienta más la idea de que la recuperación económica (sueño
prioritario de nuestras autoridades políticas sobre todo en los primeros
compases de la pandemia) va de la mano del % de la población vacunada,
pero aquí se está echando en falta esa visión y esa determinación para
llevar a efecto esa política, por lo que mucho me temo que este va a ser
como el cuento de la Buena Pipa, en cuento, ya saben, de nunca acabar.
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