Todo parece apuntar a que Mazón, cual gladiador, será llevado al circo para ser devorado por los leones pero, no nos engañemos, no será como castigo a su ineptitud porque si de eso se tratara los cuadros de ese partido - y añado que de otros muchos - se quedarían en cueros. No. La sentencia a Mazón que ya está firmada y solo falta ya cumplirla, tiene su origen en que cuando su jefe de filas le pidió que se apartara del mando para que lo tomara - a guisa de regalo envenenado - el Gobierno central, Mazón dijo nones aferrándose al puesto de mando como el capitán del Titanic. Que no haga ahora el PP de la necesidad virtud porque la cosa no va por ahí. Su defenestración obedecerá a una represalia pura y dura y el hecho de que haya sido un cantamañas gestionado los efectos de la DANA, no hubiera tenido mayor importancia.
Y que decir de la flamante Consejera de Justicia e Interior de la Generalitat de Valencia, encargada de dirigir las acciones de emergencia. Su inacción ante la catástrofe, su ignorancia supina y la cadena de mentiras que está ensartando en un intento de eludir responsabilidades está alcanzando ya el nivel de patético.
Las actuaciones del Presidente Mazón y de esta Consejera se deriva del sistema de elección de los mandatarios políticos que para nada tiene en cuenta la formación, la capacidad y la experiencia exigibles en puestos de la responsabilidad como los que nos ocupan. A los políticos estos aspectos les parecen cuestiones sin importancia, memeces, ellos están en otras cosas viviendo una realidad paralela a la del resto de los mortales a los que dicen servir y dirigir. Pues así estamos y lo peor es que esto no tiene visos de solución.
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