CAMAVINGA

 Camavinga es un jugador profesional de fútbol que juega en el Madrileñín Club de Forasteros según feliz bautizo de la que fue una revista de humor titulada La Codorniz que vivía en una permanente zozobra en tiempos de la dictadura del General gallego porque con mucha frecuencia la censura franquista les cerraba la redacción, por díscolos al sistema. En una ocasión llegaron a publicar acerca de la misma una viñeta que decía "bombín es a bombones como cojín es a X " y la remataban añadiendo "y nos importa 3X que nos cierren la redacción".

Camavinga es un joven de 22 años, de nacionalidad francesa y de origen africano, de Angola concretamente. Mide 1,82 m.de altura y pesa 68 kg. Supongo que a poca curiosidad que tengan a estas alturas ya se habrán preguntado ¿porque  aparece hoy en este sesudo blog la figura de un futbolista que ni nos suena?.

Pues lo hago por dos razones. La primera de ellas es que este jugador es un atleta de una plasticidad apabullante. Se mueve con una facilidad asombrosa sin aparente esfuerzo, con una fluidez que recuerda a las panteras de su color. Es además un jugador de los que yo denomino de "estilo románico" porque nada, a ninguna acción que realiza le sobra un movimiento ya que el balón que llega a sus pies tarde en salir a lo que él entiende su mejor destino de forma eléctrica, fulminante y eso para mi gusto futbolístico es de un enorme valor. 

La segunda es como segunda derivada del citado futbolista y es la siguiente. El navarro Muniain es un jugador del Athletic recientemente retirado y lo traigo a colación porque es la antítesis del jugador de origen africano. En todo. En su físico, en su forma de moverse por el campo, en su concepción del juego absolutamente barroca que hacen de él un jugador más efectista que efectivo al que había que darle un balón para él solo y dejar otro en el campo para los 21 jugadores restantes. Era y lo seguirá siendo allí donde apure sus últimos días como futbolista, un jugador para que el manoseo del balón era algo consustancial con su personalidad. En la zona ancha del campo nunca, lo que se dice nunca jugaba fácil ya que se enfrascaba en un sin fin de regates inútiles, intrascendentes que no venían a cuento pero que su personalidad le llevaba a ellos. 

Es tal la diferencia abismal entre ambos futbolistas y cuando vi jugar por primera vez a Camavinga de inmediato me vino a la mente nuestro Munain por las razones apuntadas. Por eso.

Salud, amigos...y amigas, no sean que se mosqueen.