lunes, 24 de junio de 2024

DATOS SOBRE BALLENAS

 Cuando a mi me pagaban por trabajar solíamos decir que "tan malo es la falta de datos como el exceso de los mismos". Y eso es lo que me está ocurriendo en estos momentos, que tengo un montón de datos que me bullen en la cabeza. Vean, vean sino. 1.615, Islandia, ballenas, 32, 128, 1.984, Japón, Noruega, 900, 500... en fin, a lo dicho. Montón de datos a los que habrá que dedicar un tiempo para ponerlos de manera que representen  algo coherente. Vamos a ello.

Las autoridades islandesas - como si los océanos fueran suyos - han autorizado a una empresa privada la caza de 128 ballenas para este año cuya carne será exportada a Japón, país al que no le bastan las 900 que caza al año por su cuenta con el argumento de que "las ballenas están en la cúspide de la cadena alimentaria. Compiten con los humanos al comer criaturas marinas que deberían alimentar a nuestros pescadores.Tenemos que sacrificar ballenas para mantener el equilibrio del ecosistema". Equilibrio dicen, saltándose a la torera acuerdos internacionales.

Los islandeses citan ese preciso número de ballenas que han "autorizado" a cazar a una sociedad mercantil, basándose en el peregrino argumento de que el dato les ha sido facilitado por la Agencia de Investigaciones Marinas de ....Noruega, que a su vez manifiesta que "no se pone en peligro la existencia de las mismas", país que a su vez tiene montado el negocio de cazar 500 ballenas al año. Los tres países citados vienen incumpliendo desde hace exactamente 40 años el acuerdo que adoptó la Comisión Ballenera Internacional en 1.984. Los japoneses se las comen porque les gusta la carne de ballena y los nórdicos las cazan por pura y simplemente negocio, si bien para disfrazar malamente sus intenciones mercantilistas apelan a "sus tradiciones" pesqueras.

 Y hablando de tradiciones hay otra curiosa esta en forma de ley que acaba de derogar Islandia a mediados de abril de este año. Se trata de una que data de 1.615 y que seguía en vigor - aunque no fue aplicada - salvo con 32 marineros balleneros guipuzcoanos que fueren capturados y ejecutados por el mandato del sheriff de la zona costera islandesa en que fueron apresados tras naufragar, apelando a que eran invasores y además les robaban sus recursos pesqueros.

Menos mal que la memoria de los humanos es frágil porque si alguna autoridad islandesa se hubiera acordado de ella los vascos que han aparecido por esa isla durante 400 y pico años habrían acabado sus vidas allí incluso sin haber visto nunca una ballena. 

Pues así marcha el mundo, guerras por aquí y por allá, genocidio en Palestina, hambrunas, miseria, pandemias, explotación de las clases más débiles, polución incontrolada, especies de animales que extinguimos por falta sensibilidad y afán de lucro, deforestaciones salvajes, destrucción de los litorales y un largo etcétera. Pues nada, que siga la fiesta hasta acabar con el planeta que cada vez falta menos.



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