La Real Academia Española de la Lengua define la innovación como "hacer algo como nuevo" y en ese aspecto hay que reconocer a la ex domadora (o quizá no tanto ex) un gran mérito innovador ya que ha sido capaz de transformar su "cajita de la música" en algo menos melodioso pero mucho más práctico como lo es sin duda una "caja registradora" por la que han pasado - y quedado - muchos cientos de millones de las añoradas pesetas, aquella vetusta moneda con la que por cien de ellas te servían un café con leche. Si el que registraba los ingresos los hubiera pagado con sus ahorros, pues bueno, de lo suyo gastaba, pero qué va, resulta que el tipejo se lo pasaba bomba sin gastarse un penique ya que esa pasta - y otras que entrarían en otras cajas registradoras porque los Bribones no se limitan a follar a todo trapo sino que por si fuera poco joden como nadie al personal /súbdito - esa pasta, decía, proviene de los impuestos que Hacienda se encarga de recolectar entre los españolitos que están bajo control ya que los que no lo están tienen la pasta lejos de la voracidad de ese insaciable negociado.
Pero la cosa resulta aún más chunga porque resulta que el susodicho sujeto le susurraba a las innovadoras de turno secretos de Estado, se conoce que para llenar los tiempos muertos entre acto y acto, o sea, lo que faltaba, dar armas con las que chantajear al sujeto que no tenía más remedio que volver a recurrir a los contribuyentes para satisfacer las exigencias con visos de chantaje de esas "cajas registradoras", que quién lo iba a decir, tan mimosas ellas, sabían más que los sagutxus colorados.
Para completar el sainete que todo ese tejemaneje supuso y que no creo que siga ya que no hay mas que ver como al principal protagonista del mismo le meten en un barco a timonear con un nombre que a quien se le ocurre, por Dios, con tanto nombre marinero como hay por el mundo, le meten decía, con una grúa ya que él esta "muy gastao" y no de currar. Bueno bueno, la pasta entraba en la citadas cajas, supongo que procedente de esos famosos "fondos reservados" de la mano del CNI (Centro Nacional de Inteligencia) del Estado español, poniendo con ello un broche de oro a esta situación conocida por muchas personas, entidades y medios de comunicación que tendrán todos ellos las cervicales hechas unos zorros de tanto mirar para otro lado. Aquel inolvidable gallego, el que acuñó la frase "la calle es mía" tenía más razón que el apóstol Santiago cuando dijo aquello de " España es diferente". Coño, y tanto.
PS. Y lo que son las cosas, mira que la susodicha Bárbara apellidarse Rey, es que para que luego digan que las casualidades no existen.
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