En una ocasión leí que hay personas que a los tres días de aterrizar en un lugar son capaces de escribir un libro sobre los usos y costumbres de los lugareños, pero las mismas personas al cabo de 6 meses de estancia ya se sentirían menos capaces de escribir tanto, para acabar no pudiendo escribir ni una página si su estancia se prolongaba un año. Quiérese decir con esto que profundizar en la idiosincrasia de una comunidad no es tan sencillo como parece.
Llevo visitando Canarias todos los años desde hace 37 y no me atrevo mas que a dar unas pinceladas significativas de lo que por aquí acontece ya que a la dificultad de la tarea se suma el hecho de que un 15 % de la población del archipiélago es de origen extranjero y un 10% de peninsulares, lo que hace que la cuarta parte de la población no sean autóctonos lo que supone una importante dilución de lo "canario".
Los canarios que yo he visto actuar de cerca, y repito, los de cerca, porque no conozco a todos, hacen bueno lo de "la puntualidad es una virtud que le hace sentirse a uno muy solo", pero lo hacen bueno con repique porque he llegado a ver como si has quedado con alguien a las 11h. te llama a las 12 para decir (sic) "que no va poder llegar para las 11". También he llegado a experimentar que quedas con alguien y no aparece sin que su ausencia provoque por su parte el mas mínimo comentario y por supuesto ni un asomo de disculpa.
Vamos, que por experiencia propia y lo que me llega a través de familiares y amigos resulta que entre las virtudes a destacar entre los autóctonos no se encuentra la de la puntualidad.
Otra costumbre que llama la atención es la que se refiere a la construcción de viviendas ilegales que crecen como setas en primavera en tanto que las autoridades políticas tendrán las cervicales en muy mal estado por estar de manera permanente como las figuras egipcias mirando a un lado que no es al deberían mirar.
Tradicionalmente los canarios han vivido, pese a habitar en un archipiélago, de espaldas a la costa, y eso que puede causar extrañeza, tiene su explicación en que por el origen volcánico de todas ellas la costa es muy abrupta de forma que los puertos naturales prácticamente no existen, pero es que además las manantiales - las minas de agua como aquí las llaman y que son propiedad del que las encuentre - están situadas a media ladera de las montañas lo que supone un argumento más para que los canarios anteriores a las generaciones que han conocido el boom del turismo sentaron sus reales lejos de la costa.
(Seguirá).
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