LUEGO

Existen personas, muchas, que han hecho del "luego" todo un sistema de comportamiento en sus vidas. Frente a esta forma de entender la vida, en total oposición están otras que entienden que "las cosas que tienes que hacer hazlas cuanto antes". Bien es cierto que llevando a rajatabla esa forma de hacer puede llevar a dedicar un tiempo insuficiente a la reflexión, pero cuando se trata de asuntos que encierran una cierta complejidad se puede tardar más en acabar con la tarea pero bienvenido ese plazo frente a la inseguridad que produce encargar algo a alguien que se mece en el "luego".

Este último tipo de personas encierran además el peligro potencial de tener mala memoria con lo cual si a esto le sumamos una dosis de pereza que se corresponde con la tipología de los "lueguistas" se encuentra uno al encargar una gestión a alguien de este tipo, con un elevado porcentaje de posibilidades de que el asunto encomendado nunca vea la luz pese a hacer un seguimiento del mismo hasta el catre.

La abulia que destilan este tipo de personas es realmente desesperante y por si fuera poco el suplicio que provoca tal actitud esta todavía puede incrementarse porque este tipo de personas son capaces de encontrar multitud de argumentos banales para tratar de justificar su inoperancia. 

De modo que, primero huyan de este tipo de personas, de los "lueguistas"  y si no pueden hacerlo ni se les ocurra encargarles nada, salvo que tengan Uds. una vocación irrefrenable de masocas.