En Lanzarote han ocurrido cosas inimaginables - y siguen -, impropias de un país civilizado. El ejemplo más sonado se encuentra en el hotel de lujo Papagayo Arena situado en Yaiza con capacidad para 600 plazas. Comenzó su actividad en el 2.004 y ¡ 7 años después !, o sea en el 2.011, una sentencia declaró nulas las licencias de obra, el final de la misma y la agrupación de parcelas para construir el hotel en vial público. (Quédense con la fecha de su inauguración : 2.004).
En el 2.022, es decir 18 años después de su inauguración un juzgado de Gran Canaria - al que habían recurrido en un intento de tirar balones fuera - acordó la ejecución en su totalidad de la sentencia del 2.011. Como quiera que la propiedad del hotel no ha movido un dedo todavía, quiérese decir que 20 años después de su inauguración y 13 desde que fue sentenciado el hotel sigue funcionado tan pitxi.
¿Se puede entender semejante situación ?. Para un ciudadano normalito la cosa estaría más que clara. El juez de turno envía, sentencia en ristre, a la Guardia Civil a precintar el hotel y punto pelota. Pues bueno, lo que parece fuera de duda es que las soluciones rápidas, lógicas y contundentes no son de aplicación en esta isla. Y aquí uno está legitimado para preguntar, entonces, ¿para que sirve el sistema judicial?. Esta situación y otras de parecido corte me traen a la memoria al que fue alcalde de Jerez de la Frontera al que metieron en el mako por decir que, "en España, la justicia es un cachondeo". Una vez más, vivir para ver.
Pero este episodio del Papagayo no es más que la parte visible del iceberg en que se convertido Lanzarote a partir de la muerte de Cesar Manrique que fue el genial creador e impulsor de esta isla por aquel entonces de ensueño.
Pero sigamos para ver que por debajo de la zona visible del iceberg hay mucho hielo, como por ejemplo que existen 44 complejos turísticos ilegales en funcionamiento y que el Hotel Princesa Yaiza, propiedad - por lo menos sobre el papel - de un cacique de la isla, especie que se resiste a desaparecer toda vez que así les va de miedo, está también declarada como obra ilegal ya que se les fue la mano construyendo 3 plantas más, 3, y sigue en pie (el alcalde de Yaiza es partidario de que se cumpla la ley, pero el Cabildo ha autorizado recientemente de forma provisional la clasificación turística del hotel, con lo cual nos enfrentaremos, probablemente, a una provisionalidad definitiva. (Toma ya). Ítem más. El Hotel San Bou (del mismo dueño que el anterior) sigue su plácida vida pese a que fue construido con más del doble de la edificabilidad de la parcela en la que fue construido y por esa razón denunciado.
Existen varios complejos turísticos abandonados por haber sido parados a tiempo y hasta ahora solo se derribado uno de ellos de 599 plazas, 17 años después de haber sido sentenciado.
Fueron los alcaldes de las localidades en que fueron construidos todos esos edificios ilegales los que firmaron los permisos de obras a sabiendas de que estaban cometiendo una ilegalidad y no hace falta mucha imaginación para pensar que tales licencias fueron concedidas a cambio de un montón de pasta gansa.
¿Y que fue de los caciques promotores de esas tropelias?.
Pues voy a intentar averiguarlo y les tendré informados de mis pesquisas. Salud
Foto de uno de los proyectos abandonados.
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