Si algo hay que agradecer al Parlamento Canario es la rapidez con la que se ha posicionado acerca de las peticiones populares que surgieron en las manifestaciones del pasado 20 de abril en las 8 islas del archipiélago con el lema de "Canarias tiene un límite" al que hay que sumar la claridad de su respuesta porque vean Uds. el tenor de las mismas :
- Clavijo, no el de la batalla sino el Presidente canario, dice que "rechaza comprar la parcela en litigio con la propiedad del hotel de La Tejita y propone que lo compre Rita, perdón, quería decir el Gobierno de España.
- CC (Coalición Canaria), PP (Partido Popular), AHI (Asociación Herreña Independiente) y ASG (Asociación Socialista Gomera) han rechazado la ecotasa, la moratoria, controlar el crecimiento turístico y el limitar la venta de viviendas a extranjeros y como quiera que tienen la mayoría parlamentaria, pues eso.
- Ha tomado también la decisión de incluir a los residentes en zonas turísticas en la Ley de viviendas extranjeras.
En resumen lo que vienen a manifestar esa serie de medidas es que el camino a seguir en un futuro acerca de la política del Gobierno canario se puede definir como de, "más de lo mismo". Se conoce que han pensado que lo están haciendo muy bien siguiendo un sabio consejo "lo que está bien, ni lo toques", como a la rosa, les ha faltado añadir.
Esta oposición radical al lema de "Canarias tiene un límite" hace pensar que esos preclaros parlamentarios canarios han ¿pensado? que de eso nada, que Canarias es infinita y por tanto sin límites.
A la frustración del pueblo soberano acerca de los salarios de miseria que están recibiendo, al elevado índice de paro, a la precariedad de los empleos, de la inflación, de la carestía de la bolsa de la compra, del elevado índice de riesgo de pobreza, de la problemática del transporte, del exorbitante precio de los alquileres de viviendas que están llevando a los trabajadores vivir lejos de sus centros de trabajo, a la inexistencia de una política de viviendas VOP, a la destrucción sin freno del medio ambiente, la peligrosa situación que se deriva del abandono del sector primario, la pérdida de identidad... se viene a sumar la confirmación de que la esperanza que había depositado en una modificación de la política que ha llevado a las islas a la indeseada (para muchos) masificación del turismo no se ha cumplido y lo peor todavía es que no tiene visos de que se produzca.
Por supuesto sobre todas estas cuestiones los políticos que han sido, son y serán pasan de puntillas como si con ellos no fuera la cosa. Hacen que es como "si pasaran casualmente por ahí".
Así las cosas ¿que hacer para dar la vuelta a este cúmulo de problemas cuya existencia la clase política ignora o niega, que al fin y al cabo da el mismo resultado final ?. Pues los canarios lo tienen francamente difícil ya que las mieses son muchas y las hoces pocas.
Faltan entre la sociedad dirigentes que piloten un movimiento cara a modificar estado de cosas, faltan sindicalistas capaces de movilizar a la gente, falta experiencia en la lucha por los derechos individuales y colectivos, sobra conformismo en la ciudadanía y con esos mimbres difícilmente se podrán hacer cestas. Huelgas de trabajo y hambre así como manifestaciones continuas parecen ser los únicos instrumentos al alcance de los ciudadanos canarios además de sentadas y cortes de carretera, pero - insisto - para eso hacen falta agentes dinamizadores. ¿Existen y están dispuestos a liderar esa batalla que se adivina larga y dura, toda vez que de la clase política y del empresariado lo único que se puede esperar es que la situación no vaya a peor, cosa que siempre es posible dada la idiosincrasia de esa fauna?.
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