¡ BASTA YA !

 No soy de letras sino de ciencias y por esa razón no me suelo meter en el charco de cuestiones de sociología lo que no obsta para que pueda sacar a paseo el sentido común cosa que voy a intentar hacer ahora.

La violencia en el lenguaje que se emplea con el adversario político, la falta de respeto al mismo, por no hablar de la continua puesta en circulación de mentiras de grueso calibre están haciendo la atmósfera política irrespirable. Y esta táctica de desgaste,  pensada y bien elaborada, la están empleando tanto la derecha como los que están más a la derecha todavía, contra las fuerzas de la izquierda que para más inri, atomizada como está, no presenta un frente común para hacer frente a tanta maledicencia, pero sí que dentro de esa facción está el PSOE al que van dirigidos los ataques más virulentos una vez que entre unos y otros se han quitado del medio al molesto Podemos y ese partido, el PSOE, si que tiene tamaño y fuerza como para emplearla con contundencia contra tantos desmanes. 

Sin embargo no lo hace quizá por un prurito de prudencia pero pienso que la derecha ha interpretado que "esto es jauja y que más madera, que esos rojazos son unos flojos".Y ahí es donde creo que el PSOE se está equivocando gravemente por su falta de reacción y esa actitud está dando alas a los patriotas de bandera, pulsera, amigos de meter la mano en la caja, de los pelotazos y del mantra de "España se rompe".

Los continuos insultos barriobajeros al Presidente de la nación son un insulto a su persona y cargo y para todos aquellos que le han votado y lo que no entiendo - y ahí hace rato que quería llegar - es la actitud del PSOE cuando una persona en la Cámara de Diputados insulta gravemente al Presidente llamándole de manera claramente audible "hijo puta" y aquí no pasa nada y la cosa no quedó en ese gravísimo insulto sino que a partir de ahí lo siguieron capitalizando públicamente con variables - en su opinión - jocosas.

Y es esa impunidad en mi opinión es la que está alimentando la desfachatez de esas fuerzas políticas que a falta de argumentos civilizados recurren al insulto en sustitución de las ideas. Hora es ya de que, con el PSOE, al frente se ponga en marcha el no dejar pasar ni una, pero lo que se dice ni una, sin una contundente respuesta.