miércoles, 22 de mayo de 2024

¡ FIRRMMEEES ! . ¡AR!

 Si un día la llamada Infanta Leonor, hija de los Reyes (vamos, digo yo) de España llega a la Jefatura del Estado como reina, pues no saben Uds. como me alegro de perdérmelo porque en el supuesto caso de que eso ocurra yo ya estaré en el valle de Josafat, en el que por cierto dicen hay muy buenas vistas. Pero algo me preocupa aunque sea un detalle menor y es que para entonces las medallas que haya ido recopilando durante su singladura hasta su jubilación le van a suponer todo un problema logístico dado el asombroso número de las mismas con las que se va a encontrar.

Por ejemplo, acaba de cumplir 18 años y sin haber dado un palo al agua, método que ya no la abandonará el resto de su vida, ya le han concedido las medallas de Aragón y de las Cortes de la misma Comunidad como muestra de cariño y agradecimiento. La han nombrado - otra medalla - hija adoptiva de Zaragoza distinción que se concede a personas no nacidas en esa ciudad pero que hayan destacado por sus méritos o cualidades especialmente en los ámbitos de cultura, científico, social, artístico, político o económico o por los beneficios prestados en beneficio de la ciudad. 

¿Creen Uds. que se dan algunos de los méritos enumerados para hacerse acreedora de esas distinciones ?. De ahí la idea que no sabrá que hacer con tanto metal si las condiciones para merecerlas tienen el grado de dificultad que ha tenido para hacerse con las indicadas. 

Y ya para rematar la faena, resulta que recientemente acaba de finalizar el curso (en el que todo han sido facilidades, por algo es la hija de los Reyes) del comando del Ejercito de Tierra y tras él vendrán los de la Fuerza Aérea y Espacial, además del de la Armada. Al finalizar todos ellos será teniente de los dos primeros y alférez de la Marina y podrá acceder a la universidad para completar su formación y hacerse así una mujer preparada, al igual que su padre. Este compendio de estudios tiene su base en la rica tradición familiar que les permite disponer de los títulos indicados más el que a buen seguro obtendrá en la universidad en la que al igual que en los militares tendrá todas las facilidades del mundo y más.

Pues ya ven. Estas cosas están pasando en el siglo XXI, en el que una señorita - por derecho cuasi divino- alcance la jefatura de un Estado de 48 millones de habitantes, número que será mayor para cuando llegue al trono, si llega.

Esto es lo que tienen las monarquías, que se puede llegar a ostentar la máxima autoridad del Estado teniendo unos antecedentes familiares como los que nos ocupan, con el añadido que para llegar a esa condición no importa ser inteligente ni diligente ni tan siquiera tener una formación académica aceptable. Basta con ser el hijo o la hija de su madre y de su padre verdaderos y reconocidos, con la ventaja? añadida de que podrán jugar a soldados y lucir vistosos uniformes.

Con estos antecedentes me creo autorizado a gritar bien fuerte ¡ Viva la República ! e incluso a mostrar su bandera ondeante a  los vientos de libertad.

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