viernes, 12 de julio de 2024

A PEOR VAMOS...

 Al ser preguntada una señora del valle del Pas en Cantabria por su médico en una consulta rutinaria sobre el estado de su salud, la pasiega le contestó "a peor vamos, gracias a Dios". Si este médico además de ejercer la medicina dedicara las tardes, por ejemplo a atender en plan politólogo a partidos políticos y tras las últimas elecciones al Parlamento Vasco hubieran recurrido a él llevados por su buena fama de augur importantes miembros del PSE y PNV y de entrada el médico les hubiera preguntado como mera cortesía previa", ¿como están Uds. ?. a buen seguro que habrían contestado como la pasiega "a peor vamos, gracias a Dios". Tienen fama lo políticos de no decir la verdad ni a su médico no sea que diciéndola les pueda pillar el toro, pero si la respuesta hubiera sido esa tan siquiera por una vez habrían abierto su corazón a la verdad, porque fíjense Uds. En las últimas elecciones nuestras se tuvo que reeditar el pacto PNV y PSE que obtuvieron 27 y 12 escaños respectivamente y de esta forma, coalicionándose se hicieron con la mayoría parlamentaria que está forjada en 38. Hasta aquí nada que chirríe, todo en orden.

Lo que ya chirría hasta provocar una fuerte dentera es que en las elecciones de 2.012 en las que se inauguró Urkullu como lendakari, el número de Consejerías fue de 8, en tanto que ahora el número de estas casi se ha duplicado ya que han sido 15 las nombradas. De ahí el que "a peor vamos, gracias  a Dios". Sin duda el PSE dado su importante papel como partido bisagra potenciado por el resultado obtenido por EH Bildu habrá sacado pecho exigiendo un mayor trozo del pastel del poder y como quiera que el PNV no estaba dispuesto a ceder parte del suyo surgió la idea de "pues si no cedes parte de tu pastel, quédate donde estás pero yo quiero más, por la tanto hagamos el pastel más grande". Y dicho y hecho. 7 Consejerías más para hacer lo mismo que las que presidió Urkullu 12 años antes, de las cuales 10 van a parar al PNV en tanto que 5 quedan a cargo del PSE, "e tutti felici"

Pero faltaríamos a la Justicia con j mayúscula si no reconociéramos el importante esfuerzo imaginativo que han tenido que realizar los jefazos de ambos partidos para estirar el chicle sin que se rompa, porque ahí es nada, cuasi duplicar los medios para hacer, en el mejor de los casos, lo mismo.

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