"Una denuncia presentada por el pseudosindicato Manos Limpias, el juez Juan Carlos Peinado la aceptó a trámite, sin preguntar antes a la Fiscalía, a pesar de que solo incluía ocho recortes de prensa y un bulo que confundía a la mujer del presidente con otra Begoña Gómez que había pedido una subvención.
Aquí está la primera gran anomalía de esta instrucción, que nunca debió arrancar. Porque la jurisprudencia del Tribunal Supremo dice de forma muy clara que no se pueden aceptar a trámite denuncias o querellas que consistan en “la mera aportación de recortes de prensa o similares sin más constatación o acreditación”. Un criterio que al juez Peinado le dio exactamente igual". (Copiado del digital el Diario de fecha 28 de julio).
No es la primera vez que están ocurriendo cosas como la descrita lo que hace pensar que la judicatura se ha montado una especie de Tribunal de la Inquisición y campa por sus respetos a calzón quitado, lo que me lleva a preguntar, ¿no hay estamento institucional que ponga freno a este tipo de actuaciones?. ¿O acaso resulta que todo ese mundillo que compone el entramado de la Justicia en España, Tribunal Supremo, Consejo Superior del Poder Judicial, Tribunal Constitucional se han puesto de perfil ante esas actuaciones que apestan a partidismo lo cual constituiría un gravísimo atentado al sistema democrático instaurado después de la muerte del dictador gallego porque sonaría como un proceso involutivo?.
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