martes, 6 de agosto de 2024

CARLES FOR PRESIDENT

 Es archiconocido que para un político la duración del adverbio "jamás" es de 10 minutos aprox.- como mucho - y que por otra parte no dicen la verdad ni a su médico aunque estén en el lecho del dolor y claro está, Carles Puigdemont no iba a ser una excepción de esas reglas tan universales como por ejemplo lo puede ser la ley de la gravedad. Antes de las últimas elecciones catalanas proclamó a voz en grito para todo el que quisiera oírle que "si del resultado de las mismas no surgiera una mayoría independentista, él, Carles se retiraría de la política toda vez que no tenía vocación de jarrón chino en lo que se transformaría de aceptar un puesto político que no fuera el de President de Catalunya".

Pues fiel a los principios más arriba citados que inspiran a los políticos, resulta que el resultado de esas elecciones ha sido que para un parlamento de 135 escaños, 61 son de corte independentista o lo que es lo mismo, no son mayoría en ese Parlament, lo cual no obsta para que Carles vuelva con renovados bríos a reclamar la condición de President, aduciendo que entre los escaños independentista, JUNTS que es el partido que le presenta como candidato, era el que más tenía (35), condición que obviamente (menos para él) no basta toda vez que aunque todos los independentistas le habrían votado no habría bastado para superar a los no independentistas (PSC, PP y Vox) que cuentan con 68 escaños y que hacen la mayoría. (Los 6 que faltan son de AC, Acción Catalana que no son ni carne ni pescado).

Pero resulta que en esa especie de huida hacia adelante en la que Carles está instalado desde hace ya 7 años en su casa de Bélgica, en Waterloo concretamente y en el casoplón que aparece en la imagen, ni las matemáticas ni su solemne promesa de retirarse de la política parece que han hecho mella en su combativo espíritu. 

Recordemos para añadir más salsa al tema Carles tras el fallido intento de proclamar la República catalana, que 8 ex consellers de Catalunya sufrieron prisión por afrontar a pie quieto las consecuencias de su fallida implantación, en tanto que él, Carles, puso pies en polvorosa quizá inspirado en la máxima italiana que dice que, "un soldado que huye es un soldado útil para la próxima batalla", pero todo parece indicar que en el caso de Carles, ni eso.

Pero rabioso y decepcionado por no alcanzar su objetivo cabe dentro de lo probable que ponga en marcha el "o jugamos todos o rompemos la baraja", tema que se puede traducir en que la actual legislatura española se vaya al carajo ya que Carles amenaza a que JUNTS dejará de apoyar al PSOE si no se sale con la suya, lo que dará como resultado nuevas elecciones en España, con lo cual, Carles morirá, si, pero matando, haciéndonos de paso a muchos españolitos la puñeta y es que "genio y figura....".

PS. Tarradellas que fue President de Catalunya en el exilio durante 23 años decía que "lo peor en política es hacer el ridículo", idea que a Carles probablemente ni le suena.

La casa de Puigdemont, en un barrio residencial de Waterloo

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