viernes, 27 de junio de 2014

 LA ENERGÍA Y SUS DERIVADAS

Un miembro de mi familia tiene un piso en Castro que lo utiliza solo en verano, permaneciendo el resto del año sin habitar. Así del período del 24 de abril al 20 de junio en que el piso ha estado cerrado, excepto alguna visita esporádica en ese periodo para ponerlo a punto, ha recibido la factura de electricidad, que contiene los siguientes epígrafes: Coste de la energía consumida, 0,27 euros. Importe total de la factura, 29,43 euros, es decir, el coste de la energía consumida no llega al uno por ciento del importe total. La diferencia entre ambos valores se rellena con los siguientes conceptos: Peaje acceso potencia, comercialización, peaje acceso energía, impuesto sobre electricidad, alquiler equipos de medida y finalmente el correspondiente IVA del 21%.
 Hay que reconocer al Ministerio de Industria y Energía una imaginación de un fecundo subido. Y el caso es que parece que pese a ese imaginativo montaje nadie está satisfecho, ni el gobierno, ni las productoras, ni por supuesto, el consumidor. Me recuerda esto al boxeador al que el contrario le estaba inflando a bofetadas y el preparador para animarle le dice que no le estaba metiendo ni una mano, a lo que su pupilo le contestó diciendo, "entonces vigila al arbitro porque alguien me está machacando". Esta forma de facturar podría entrar sin problemas en un museo de despropósitos. Pedimos transparencia pero a veces es casi mejor no saber, permanecer en la ignorancia, así ojos que no leen este tipo de facturas, corazón que no sufre.

jueves, 19 de junio de 2014

LA MONARQUÍA Y LOS DARDOS

   Hace unos días un lector de Algorta manifestaba en esta sección su opinión acerca de porqué era partidario de  la monarquía y lo hacía razonando que lo era no se si por exclusión o por destilación fraccionada, que tanto monta. Tengo la sensación que en estas cuestiones, primero se siente y después se razona, se viste el muñeco. Uno es monárquico de la misma manera que le puede gustar más el color amarillo que el azul o viceversa. Es cuestión de gustos y contra eso no caben grandes principios filosóficos. De todas manera el procedimiento que algunos siguen para razonar este tipo de cuestiones me recuerdan al jugador de dardos  que para alardear de puntería primero tiraba el dardo y una vez clavado dibujaba la diana, con el dardo en el centro de la misma, claro.

AQUÍ ESTAMOS


Los que estamos en el mes de diciembre de nuestras vidas y hemos pasado muchas batallas deberíamos contemplar el devenir del país con una cierta displicencia, con un cierto alejamiento, toda vez que el mismo  no nos afectará en lo personal durante un largo periodo de tiempo. Sin embargo cuando uno ha fraguado, como en el caso del hormigón, el carácter de uno es el que es y no el que  quisiera a veces que fuera. De ahí que me siga produciendo un fuerte sarpullido ver la deriva que está tomando el país comandado por una caterva de políticos cínicos, incapaces y en gran mediada corruptos. Los descarados y crecientes logros de los lobbys de la banca, energía, comunicaciones, constructoras..., el derrote que está adoptando la justicia, el blindaje vomitivo que la clase política está haciendo con sus privilegios, con los aforamientos, impunidad ante hechos flagrantes, indultos, el abusivo uso de las llamadas puertas giratorias, la creciente falta de pudor ético, jubilaciones, salarios, vacaciones.., . El velar por encima de los intereses del país por los personales  y del partido que representan, el aplicar de manera compulsiva y torticera la táctica del avestruz a la voz de "tras de mi el diluvio". La marcha de la economía con un país endeudado hasta las cejas y una tasa de paro demencial para años. Les espera en definitiva a los que nos seguirán un camino lleno de dificultades y zozobras por culpa de una clase política impresentable a los que con escasas muestras de sagacidad seguimos votando.

domingo, 8 de junio de 2014

¿CAPITAL DE ESPAÑA?

 A la pregunta en el colegio de ¿capital de España?, el niño, precoz  y avispado lector de periódicos, respondió, "mayormente en Suiza". Y no es para menos, porque se calcula en 144.000 millones de euros la cantidad de capital colocado fuera de nuestras fronteras por algunos españoles para dejarlo lejos del conocimiento de Hacienda en una clara maniobra de evasión de impuestos y aunque no sea mas que por tradición y cálculo estadístico una buena parte de ellos estarán en cajas de caudales suizas.
 Cuando el Ministro de Exteriores de este Reino acuño la expresión "Marca España" dentro de esa carrera de innovación a la que nos invita el gobierno para salir de la crisis (¿de quién?), es posible que en su fuero interno estaría flotando este dato, porque no cabe duda que esa acción evasora es pura innovación, realizada para más inri por lo que se dan golpes de pecho afirmando su amor por España. Como plan B tienen además los patriotas evasores  la alternativa de otra amnistía fiscal como la que no hace mucho tiempo concedió el Gobierno. Cuando encima se explica por medios interesados que el origen de la crisis, de los que cotizamos hasta el último céntimo, claro, se encuentra en que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, dan ganas de flagelarse hasta poner en carne viva los costillares. Que estamos en un país en el que la densidad de sinvergüenzas por kilómetro cuadrado ocupa uno de los primeros lugares del ranking mundial no tiene ni la más mínima duda.