martes, 22 de abril de 2014

CUENTO ORIENTAL

 Érase una vez en un país no muy lejano en el que el Sultán mandó a sus emires que protegieran los intereses de los que proveían al sistema de pingües pitanzas. Los emires delegaron tal función en un funcionario fiel.... pero, un traidor desveló la trama ante el caid del sultanato que hizo cumplir la ley escrita condenando a mazmorras al funcionario. Pero este, lejos de confesar que no era sino un mandado, arrostró el castigo con singular discreción y prudencia entendiendo que finalmente la fidelidad a sus jefes sería recompensada de tal forma que el marrón que se iba a comer, se iría convirtiendo rápidamente a partir de la dura condena, en un desvaído beige. Y así fue en efecto, hasta tal punto fueron precisas sus previsiones, que el condenado fue repuesto en su antigua función desde la que tan importantes servicios prestó a sus superiores y es que Alá apoya a los malos cuando son más que los buenos. 
  Y colorín colorado...este cuento se ha acabado, pero no sin antes  añadir, que un silencio bien administrado, como el caso que nos ocupa, tiene su recompensa en este  mundo terrenal e incluso puede ser redondeado con la entrada en el jardín del Edén poblado de bellas huríes. Encima.

sábado, 12 de abril de 2014

REINCORPORACIÓN EN HACIENDA


 Resulta de muy difícil digestión la declaración del Diputado de Hacienda de la Diputación Foral de Bizkaia cuando manifiesta acerca de la reincorporación del condenado por el Tribunal Supremo a cuatro años y medio de cárcel por un delito continuado de falsedad documental que "no creo que este caso - se refiere a su reincorporación- vaya a generar alarma social. Hemos cumplido con la legalidad". 
 El Diputado debería tener la suficiente cultura general para saber que en muchas ocasiones y esta es una de ellas, que  lo legal puede estar reñido con el más elemental sentido común y lo que es tan grave, con el decoro. Que un condenado que desarrollaba la jefatura de los servicios de Inspección Fiscal vuelva a desarrollar su trabajo en Hacienda, señores de la Diputación, no tiene por donde cogerlo y es tan desacertado como volver a poner al zorro como guardián de las gallinas.  Por otra parte llama la atención de que a los dos meses de haber ingresado en la cárcel consiga el reo la libertad en tercer grado. Ambas decisiones serán legales, pero no dejan de ser un estrambote, hasta el punto de que es difícil sustraerse a preguntas tales como ¿qué está pasando aquí?, ¿estará equivocada  Su Majestad cuando afirma que ante la Ley todos somos iguales?

domingo, 6 de abril de 2014

SOSTENELLA Y NO ENMENDALLA


 O lo que es lo mismo, no dar su brazo a torcer. Esa actitud de los responsables de SORTU es comprensible. Tiene que se ser muy duro, bajo el punto de vista intelectual, sentimientos aparte, defender durante casi 50 años las tesis, fines y medios de ETA como para que ahora muestren que estaban equivocados. Esa es la posición que se refleja en las manifestaciones del presidente de no se si partido o coalición, cuando dice (sic) que ""Herri Batasuna no rechazará su pasado porque acertó hace 35 años al no tomar parte en las instituciones y respaldar la violencia". En la misma línea se pronuncia su  portavoz cuando manifestó recientemente que "el que esté calificando de injusto el daño causado durante décadas de terrorismo, está equivocado ya que el calificativo además de ser  dañino, está fuera de lugar y tiempo".
 Le preguntaron a Chesterton que opinión tenía de los ingleses y dijo que no podía dar una respuesta toda vez que no conocía a todos. En el caso de nuestro convulso país se puede establecer un paralelismo en el sentido que no se puede saber si todos los votantes  de Herri Batasuna, Bildu Sortu, ....coinciden con las apreciaciones de su presidente y portavoz, por lo tanto no sería justo decir que todos opinan lo mismo. Esa es una duda que permanecerá a través del tiempo y que solo ellos conocerán. De todas formas, cara al llamado proceso de pacificación no parecen posturas que allanen el camino del mismo.  Da por otra parte la impresión que Don Gregorio Marañon tenía razón cuando manifestaba que "las guerras civiles- es decir , sus efectos- duran 100 años". En virtud de esta idea  parece claro que no seremos nosotros, ni nuestros hijos, ni tan siquiera nuestros nietos, los que vean los frutos de ese proyecto de paz, por mucho que se empeñen los políticos de turno.


Rafael Hidalgo  Segurola