viernes, 24 de enero de 2014

LOS ESTRAGOS DEL PASO DEL TIEMPO


Cuando en cualquier orden de la vida se van produciendo pequeños cambios de manera gradual y continua, no se aprecian diferencias sustanciales en el día a día. 
Sin embargo cuando uno echa la vista atrás pasado un tiempo se encuentra con diferencias que no hubiera imaginado. Tenemos un ejemplo del paso del tiempo en  las fotografías y en los sustos que nos llevamos cuando las contemplamos con un lapso de tiempo importante. Otro ejemplo válido a este respecto es la evolución de las facturas de los suministradores de energía eléctrica. Hace 5 años, un mes sin consumo suponía una factura de 2,80 euros. Hoy, un mes sin consumo, es decir 0 Kwh. supone, por lo menos para una potencia contratada de 3,3 Kw., 11,92 euros. O lo que es lo mismo - los estragos que produce el paso del tiempo - en 5 años un mismo servicio ha visto multiplicado su coste por la friolera de 4,26 veces. El muñeco lo visten con eufemismos del calibre de que esa potencia contratada la tienen poco mas que reservada, como garantía, para el supuesto de que se vuelva a demandar. Y ese seguro de servicio suponen 9,34 euros, que sumados al alquiler del contador  y el IVA hacen que la factura vaya hasta los 11,92 euros citados, para una energía consumida, repito, de cero kwh.
¿Se imaginan a un usuario habitual de un autopista que dejara de utilizarla durante un mes y le pasaran una factura aduciendo que era una especie de peaje de reserva de utilización?. ¿Tiene alguna explicación esta escandalosa evolución de tarifa?. Pues si. En la cantidad de presidentes, ministros, directores generales, secretarios y resto de ex altos cargos de la administración que acaban recalando en las plácidas y bien remuneradas playas de las productoras de energía. Al final, de una forma u otra, todo acaba teniendo explicación.

LAS RAZONES DE UN EX PRESIDENTE

Un ex presidente del gobierno español ha manifestado hace unos días que piensa renunciar al cargo de consejero de una importante empresa energética española porque según sus manifestaciones, "el puesto le aburre", redondeando su declaración indicando que "accedió a ese puesto para aprender sobre energía". Ante la magnitud de la cifra que le pagaban - que no se ganaba - cabe pensar que en contadas ocasiones de la historia, por no decir ninguna, un estudiante que seguirá sin distinguir una caloría de un caballo ganador del derby de Epsom, ha cobrado por asistir a clase, 120.000 euros del ala al año. A esos ingresos hay que sumar los 50.000 euros aprox. que percibe por su condición de ex presidente del país, además de una cantidad sin determinar para gastos de oficina, gastos a los piensa  renunciar dado el modesto importe de los mismos. Todo un detalle por su parte. Deben sumarse a esas cifras, que se sepa, los ingresos que obtiene por las conferencias que imparte, de modo que calcularle unos ingresos anuales de 300.000 euros brutos no parece descabellado, lo que para los tiempos que corren no está mal, pero es que todo les parece poco. ! Qué lejos están los tiempos de la chaqueta de pana y la tortilla de patatas en el campo !
Por otra parte, que esa empresa le pague la cifra indicada por razones que calladas quedan dichas, está mal, muy mal. Pero que encima el ex presidente de marras pretenda hacernos creer que nos falta un largo hervor, utilizando para justificar sus actuaciones, peregrinos y groseros argumentos, ya es demasiado. A estas alturas me imagino que habrán adivinado que me estoy refiriendo a Don Felipe González Márquez, supongo que excelentísimo señor por su condición de ex presidente de este sorprendente país que es el nuestro.

jueves, 2 de enero de 2014

ME SUBEN, LUEGO SUBO.

Un editorial de El Correo, hacía recientemente una valoración sobre los incrementos de precio que surgían de manera, al parecer inevitable, en cada cambio de calendario y se quejaba con razón de ello. Que la iniciativa privada suba los precios no es sino consecuencia de que la demanda está muy atomizada y por tanto con poca fuerza negociadora. Pero que las entidades dependientes de las distintas administraciones sigan esa política no revela otra cosa que un anquilosamiento en las formas de entender una gestión moderna que en  otros muchos campos está ya más que superada. El viejo sistema de "me suben, ergo subo", hace tiempo que dejo de existir en organismos evolucionados, que por supuesto no es el caso de las distintas administraciones que nos rigen. Para estas, el amarrar por un lado a sus proveedores y lo que es todavía más importante, matar las ineficacias internas de sus sistemas de gestión, es algo que ni les sonará. Limitan su trabajo al papel de correas de transmisión, llevando a la polea conducida lo que pide la polea conductora, lo que es una manera de gestionar tan cómoda como ineficaz. Están tan faltos de ganas como de conocimientos y así nos luce el pelo.