Los nuevos mandatarios del Ayto. de Durango (Bizkaia), coalición formada por HB Bildu y Herriaren Eskubidea (confluencia de Podemos), además de
suponer una bocanada de aire fresco en el ámbito político local, parecen
buenos chicos (y chicas) y es más que probable que lo harán bien. No obstante lo
cual por aquello de que polvo somos y en polvo nos convertiremos, no
está de más recordarles que la carne es débil y que los adversarios
políticos estarán permanentemente al acecho magnificando sus posibles errores, de ahí la
necesidad de hilar fino de manera permanente. Darles algunos consejos de
quien - todavía - peina abundantes canas, no me parece pretencioso
desde mi condición de cliente- votante y es por ello que aporto algunas ideas que
les puedan ayudar a sobrevivir. Ahí van, pardiez.
Ahora
que vamos a estrenar una nueva forma de hacer política en nuestro
Ayuntamiento, después de 40 años ininterrumpidos en el poder por parte del PNV que la ha entendido de una determinada
forma, conviene recordar que en esta vida no basta con tener razón,
porque además de saber demostrarla es necesario que te la den, piedra
clave del éxito.
Por otra parte de la
misma manera que hay no menos de 17 maneras de pasar dificultades
navegando por la mar, existen un montón de formas de fracasar en
política y aunque a buen seguro los políticos - en general - las
conocen, pienso que no viene de más hacer un recordatorio de ellas.
Veamos algunas sin ánimo de agotar la larga lista y sirva para ello, como
medida a guisa preventiva, la vieja muletilla que empleaban los
servicios meteorológicos para las gentes de la mar litoral y que decía
así : aviso a los navegantes, barcos pesqueros y navegación de cabotaje .
- Una vez obtenido el poder, en lugar de utilizarlo para
intentar conseguir el bien común, aferrarse a el para
perpetuarse en el mismo y así satisfacer sus apetencias
personales y las de su partido político.
- No acabar de entender el bien común como la defensa de
las libertades y de la cultura, el desarrollo económico, la
seguridad pública y la justicia social.
- Entender que el programa político a ejecutar no era sino
una mera referencia, una declaración
bienintencionada, que como decía el fuera alcalde de
Madrid, el "viejo profesor" Tierno Galván,
"cumplir la totalidad del programa electoral : pues no les
pide nada el cuerpo, ya que una cosa es
hablar y otra dar trigo".
- Olvidar que para colocar, aunque sea un buen paño, es
necesario saber venderlo y que por lo tanto una buena
política de comunicación es imprescindible, vital.
- Ignorar que el problema que tienen las chimeneas
(programas) no es tanto hacerlas, sino
ponerlas (cumprirlos) en pie.
- No calibrar las repercusiones que pueden tener en la
ciudadanía determinadas declaraciones y no digamos de
algunas acciones.
- No acabar de entender que es mejor convencer que vencer.
- Olvidar el viejo principio de Lenin que decía "la confianza
está bien. El control está mejor".
- No recordar de manera permanente su condición de
servidores públicos ya que estarán al frente
del Ayuntamiento no por generación espontanea sino
porque les hemos puesto ahí, nosotros,
los ciudadanos. Nosotros, la ciudadanía, somos los
clientes - votantes y ellos, los proveedores del bien común.
- Meter la mano en la caja....y que se demuestre.
Estoy seguro que las fuerzas políticas que regirán
nuestro Durango en esta - por lo menos - legislatura, son
plenamente conscientes de sus limitaciones, funciones y
responsabilidades, pero tampoco está de más que les sean recordadas
algunas desde el pueblo llano, que es al fin y al cabo, insisto, quien
les pone en sus puesto y....les paga.
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