Que un tsunami de las características del covid -19, haya
pillado con el paso cambiado a la inmensa mayoría de las
naciones con la excepción de no más allá de una docena,
entra en el terreno de lo lógico. Nadie nace sabiendo y
ante un problema de estas dimensiones faltaban
experiencias sobre el tratamiento más adecuado para
hacer frente a ella y si a esa carencia se suma la falta de
decisión para tomar posturas rápidas y contundentes -
equivocadas o no, que eso estaba por ver - pues nos
topamos con lo que tenemos.
Pero existen cuestiones - insisto- ante las cuales por falta de experiencia uno no sabe cómo reaccionar, pero hay otras trilladas y elementales como son las de organizar una logística homologable para vacunar, cosa que no ha ocurrido ni de lejos en el País Vasco donde tras más de un año, gracias a los preclaros cerebros de nuestro Gobierno o del sistema de salud o de Osakidetza o del "sursumcorda", estamos con una falta de organización lamentable al efecto. No es que no sepan cuándo van a llamarte para vacunar, cosa que ya tiene pelendengues, sino que cuando lo hacen es para decirte "pase Ud. por el centro Tal dentro de dos horas".
No
es fácil encontrar los términos justos para definir esta impresentable
situación impropia de una Autonomía que ha alcanzado un nivel de
desarrollo económico como la que tenemos, de modo que mejor no
seguir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario