miércoles, 19 de mayo de 2021

TODOS ARAMOS

 

Los que hemos trabajado en fábricas solíamos decir acerca de la gestión de calidad que no bastaba con tener un Manual sobre la misma porque además era necesario que fuera bueno, que estuviera difundido en todos los ámbitos de las mismas y lo que es más importante..., que se cumpliera.
Pues miren por donde, resulta que aquí en el País Vasco tenemos procedimientos, manuales, para realizar las contrataciones que realizan las diferentes administraciones, de reciente cuño, del 2019 para ser precisos, cuyo objetivo es favorecer la competencia entre las empresas suministradoras a la vez que se elevaba la transparencia en las contrataciones hasta el máximo nivel. Cuando resulta que el manual existía, era bueno y estaba difundido, hete aquí que no se cumplía por parte de los que los habían creado. Vivir para ver.
Existe un organismo estatal denominado Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia más conocido por su acrónimo CNMV, que es el órgano encargado de vigilar las acciones que se producen contra la libre competencia y que con su particular carrito del helado ha pillado a una serie de empresas consultoras aquí entre nosotros en el País Vasco que jugaban con cartas marcadas.
El sistema que empleaban es que se ponían de acuerdo entre ellas para decidir quién se llevaba tal o cual contrato y como quiera que el "manual" exige que sean tres las empresas que licitan, pues dos de ellas, de relleno, presentaban presupuestos más altos que a sabiendas las descalificaban. Esta forma de hacer durante años nos ha costado a los contribuyentes un montón de millones de euros, pero con ser esta una cuestión que reviste una enorme importancia, lo es más el hecho de que entidades como el Gobierno, la Diputación y algunos ayuntamientos han apoyado y alentado esta forma de hacer perdiendo de vista de manera clamorosa su propio manual de contrataciones, atentando así contra la competitividad y la transparencia con este tipo de actuaciones, favoreciendo a los amiguetes y quien sabe si estas acciones no son otra cosa que la parte visible de un iceberg. Insisto que me estoy refiriendo a algo que ha venido ocurriendo entre nosotros y no en las Chimbambas.
Lo curioso, o quizá no tanto, es que ninguna voz autorizada de nuestro Gobierno, ni de nuestra Diputación, ni de las alcaldías de los ayuntamientos concernidos, tan dados a largar ante cualquier chorrada, hayan abierto la boca ni para decir mu en un tema de la gravedad que éste encierra. De modo que pese a lo que diga la propaganda oficial acerca de aquí somos más buenos que el pan y de que entre nosotros la corrupción (porque este tipo de acciones es corrupción) es una planta desconocida, resulta que se nos puede también aplicar el dicho de que "todos aramos, decía una mosca posada en el lomo de un buey".



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