LA MOSCA Y EL BUEY 1.11.2012
Todos aramos, le decía una mosca a su
compañera, subidas al lomo de un buey que estaba arando. O lo que es lo
mismo, no somos tan diferentes al resto de los mortales como
continuamente algunos intentan hacernos ver. Asi por ejemplo, si en
en el resto del Estado se han cometido monumentales pífias en materia de
inversión de infraestucturas, aquí, en las dos obras públicas más
grandes que se hayan acometido jamás en la historia de Bizkaia, nos
hemos lucido de largo. Naturalmente me refiero al BEC y a la Super sur.
En los planes de factibilidad lo más dificil es dar en la diana con los
ingresos, dando por supuesto que en lo que se refiere a la inversión la
cuestión es más sencilla. Pues en los casos que nos ocupa los
ingresos, están quedando muy, pero que muy lejos de las previsiones y en
de ambas inversiones, las desviaciones en las mismas han sido enormes,
como consecuencia de esa la ley no escrita e inmutable de todas las
administraciones públicas que se precien, de que cualquier parecido
entre la inversión prevista inicialmenre y la finalmente realizada,
entraría en la categoría de milagro. En consecuencia, no cumpliéndose
ni de lejos las dos condiciones básicas de todo tipo de inversiones,
hemos puesto en marcha dos, cuyos importes suman del orden de 2.200
millones de euros, que jamás serán autosuficientes, debido a que han
nacido con las alas lastradas de plomo y por tanto nunca podrán volar
por si solas. Asi que una buena parte de nuestros ingresos, de nuestros
impuestos, serán aplicados a tapar los agujeros que año tras año
producirán estas dos obras colosales. ¿Servirán estos dos casos para
afrontar futuras actuaciones con la humildad necesaria?
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