viernes, 30 de noviembre de 2012

  EL FIASCO DE LA SUPER SUR       29.11.2012

Los ingresos previstos en  la Supersur en concepto de peajes, fueron inicialmente 12,7 millones de euros año. A medida que ha ido transcurriendo el tiempo y los usuarios no han aparecido, las previsiones han ido menguando convirtiéndose  primero en 9, luego en 6 y finalmente en 5 para este año y el próximo, lo que supondrá, caso de cumplirse, algo menos del 40% de las previsiones iniciales. Me recuerda este baile de números lo de aquel arquero que después de lanzada la flecha sobre el tablero pintaba la diana, con la flecha en el centro, por supuesto. La razón que esgrime la Diputada de carreteras de la DFB para iluminar la desviación de ingresos, apelando solo a la crisis no parece de recibo, porque ¿tambien la crisis ha hecho desaparecer de la circulación el 60% de los utilizadores de la A 8?.  Por otra parte, la Diputada afirma que como quiera que la obra costó 174 millones de euros menos de los finalmente presupuestados, esa diferencia servirá de colchón para amortiguar las pérdidas que está ocasionando la autopista. Aunque bien está haber obtenido una rebaja del 16% sobre la previsión de 1.074 millones, el problema real, señora, es que, se mire como se mire, hemos realizado una inversión de 900 millones de euros y los ingresos por ventas, 5 millones al año, serán (si se cumplen) el 40% de los previstos, desviacion que no hay inversión que la resista, lo que en definitiva supone un  monstruoso error en el planteamiento de la misma, ya que estarán faltando 7,7 millones de ingresos cada año en tanto no se corrija esa tendencia, cuestión que parece va para largo. En definitiva, se puede hablar de pájaros y flores, incluso decir que la abuela ha vuelto a fumar en un intento de entretener al personal, pero lo que en el fondo de este asunto subyace, al igual que en el resto del Estado, es un desmedido e injustificado afán por las inversiones en las dichosas infraestructuras (no olvidemos el enorme fracaso del BEC, otro pozo de pérdidas sin fondo) y es que, en realidad, no somos tan diferentes como algunos se empeñan en hacernos creer. El tema da para mucho más, pero el espacio disponible no lo permite. Otra vez será.

R.Hidalgo Segurola







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