EL ENTIERRO DE MONTESQUIEU   31.11.2012

La separación de los poderes legislativos, ejecutivo y judicial, dentro del Estado, elaborada entre otros por Montesquieu en el siglo XVIII y que es una de las características que constituyen un Estado moderno de derecho, dejó de funcionar bajo la dictadura del régimen de Franco, auto definida humoristicamentecomo democracia orgánica, como si las democracias se dejaran apellidar. Con el advenimiento de la democrácia y la posterior llegada al poder del partido socialista en 1.982, uno de sus pilares A. Guerra manifestó cínicamente que  "Montesquieu ha muerto" (sic). Ahi empezó nuevamente la democracia recien conquistada a perder sus esencias o lo que es lo mismo a la derechización del Estado, que puso los poderes de su capacidad ejecutiva por encima de los poderes legislativos y judicial. Con la llegada al poder en las últimas elecciones del PP y su mayoría absoluta, los restos de apariencia democrática del país se van disipando como la niebla matutina tras la aparición de un sol veraniego. El último ejemplo lo tenemos en la amnistía concedida a los cuatro mossos d´esquadra catalanes que fueron condenados por el tribunal supremo por un delito de torturas cometidas contra un súbdito rumano. La acción es de tal gravedad que 200 jueces españoles han suscrito un manifiesto en el muestran su preocupación ante el deterioro continuo del estado de derecho, alertando del peligro que tal deriva supone.
 Efectivamente, con una oposición débil y desprestigiada para rato, y con un partido de derechas en el poder que dispone de una mayoría absoluta, corremos el evidente riesgo de volver a caer en una dictadura, que quizá por aquello de que no es elegante repetirse, le cambien esta vez el apellido.