sábado, 27 de septiembre de 2014

NO SOMOS TAN PUROS

Sin señalar con el dedo, que está muy feo, se descubrió hace poco tiempo, el caso de un señor que había estado cobrando de una de la 450 empresas públicas vascas, que dicho entre paréntesis dan ocupación a 45.000 personas, la cantidad de 200.000 euros sin aparecer en su pretendido puesto de trabajo. Y lo que son las cosas. A este señor recientemente le ha salido, que se sepa, un imitador que estuvo "ocupando" un puesto como adjunto a la dirección en otra empresa pública nuestra, durante año y medio sin que en la misma se tuviera noticia de su existencia. Solo llego a cobrar 80.000 euros. No tuvo tiempo para más. Menos mal. Hasta aquí los hechos y ya en el terreno de las suposiciones no sería descabellado pensar que esas cantidades entrarían directamente en vena de los susodichos, ya que bien podrían haber estado incluidos en aquella famosa lista de 200 contribuyentes protegidos, cuestión que se cerró con la condena a cuatro años y medio de prisión del responsable del área, pillado in fraganti, persona que por cierto, tras un leve paso por Basauri, duerme ya en su casa y se ha incorporado nuevamente, no a su puesto antiguo, pero si al mismo departamento. Tengo que confesar que estaba en la creencia de que estas cosas pasaban por el litoral mediterráneo y jamás por estos lares, pero la realidad le pone a uno en su sitio. Esperemos que estos casos no sean la parte visible de un iceberg vasco.

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