El presidente de la
patronal española no entiende la obligatoriedad de implantar en las
empresas el registro horario de la jornada laboral y argumenta que
"cuando estamos hablando de flexibilidad, conciliación de la vida
familiar, globalización y digitalización, así como de nuevos empleos,
aplicar criterios del siglo XIX sinceramente no lo entendemos muy bien
desde la patronal, lo que no significa que no haya que evitar abusos".¿Qué tendrá que ver toda esa retahíla de cuestiones con marcar la hora
de entrada y salida de los puestos de trabajo en un intento de acabar
con fraudes y abusos ?. A la precariedad, forma de empleo a la que me
temo que habrá que ir acostumbrándose por aquello del desequilibrio que
se ha producido entre la oferta y demanda de los empleos, los patrones
de los que una buena parte de ellos siguen estando en el siglo XIX, han
sumado como elementos innovadores, por aquello del I+D+ i, los bajos
salarios y el extender las horas de presencia en el trabajo sin
compensarlas económicamente, con lo cual producen un doble fraude. Por
un lado al trabajador y por otro a la Hacienda Pública.
Algunos
empresarios sí que permanecen anclados en el pasado con una visión
cortoplacista, cicatera y cegata, ya que en tanto que en los países
punteros europeos están descubriendo con resultados positivos la semana
laboral de cuatro días- sin rebaja alguna en los salarios- aquí estamos
prolongando con malas artes las jornadas laborales en una huida hacia el
pasado que abandonamos hace ya un siglo, en 1.919, con la implantación legal de la jornada
laboral de ocho horas diarias. De la obsolescencia de algunas mentes
patronales debería preocuparse el presidente de la patronal en lugar de
distraer al personal hablando de pájaros y flores.
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