Estamos
viviendo una situación dramática sobre todo en el plano de la salud en la que la actuación de los políticos se está
poniendo de manifiesto de una manera descarnada porque la incompetencia y
el cinismo están haciendo un maridaje que roza la perfección. Por un
lado legislan sobre un papel que parece mojado con medidas incompletas y
tardías que por si fuera poco no las dejan ni posarse y por otro porque
en el plano del cinismo, en el que hay que reconocer que son auténtico
maestros, marcando pautas que en otras actividades no les llegan a la
altura de la suela de sus zapatos, resulta y eso lo tienen claro, que
una cosa es legislar y otra muy distinta es hacerla cumplir, en una
especie de situación de que "lo difícil no es hacer las chimeneas, sino
ponerlas en pie".Y esa disonancia entre ambas cuestiones es la que está
permitiendo a la chita callando "salvar la Navidad", íntimo deseo no
confesado. La
citada disonancia se pone de manifiesto cuando nada ni nadie pone coto a
las aglomeraciones sin guardar las medidas de seguridad "recomendadas"
que se producen en los centros en los que el consumismo, que ya parece
consustancial con nuestra forma de vida, se pone en marcha para las
compras del estúpido black friday, Navidad, Olentzero, Nochevieja, Reyes y rebajas.
viernes, 8 de enero de 2021
PANDEMIA ¿QUÉ PANDEMIA?
Así
que todos contentos, excepto las personas contagiadas, las muertas y
sus allegados. Los políticos muestran de boquilla su preocupación cuando
no hacen otra cosa que hacer que hacen para quedar como dios, además de
darnos recomendaciones, los consumistas felices como perdices porque
han visto cumplidos sus más fervientes anhelos y nada.... a la espera de
las vacunas en las que hemos depositado todas nuestras esperanza para
seguir marchando por la vida haciendo del hedonismo nuestro santo y
seña.
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