martes, 26 de enero de 2021

EL INÉDITO PROTOCOLO

Manifiesta de forma enfática la Consejera de Salud del Gobierno Vasco que " los protocolos de vacunación son claros y estrictos", dicho lo cual se quedó tan ancha de puro oronda y satisfecha, por lo menos aparentemente. 

El tema de la pandemia causada por el coronavirus constituye el acontecimiento más relevante en lo referente al tema sanitario ocurrido en el mundo desde hace 100 años, concretamente el que tuvo lugar como consecuencia de la llamada gripe española que estalló entre los años 1.918 y 1.919 y que dejó una secuela de cien millones de muertos y será el más importante en esa materia porque se calcula que el coronavirus provocará no menos de 50 millones de muertes directas en el mundo.

Saldremos - supuesto que lo hagamos - a través de una actuación de contención primero y una masiva vacunación en paralelo, por tanto la aplicación de las vacunas,- que dada la escasez de las mismas por lo menos en la fase inicial de su producción industrial - debería haber sido objeto de un cuidadoso procedimiento consensuado y explicitado para que la población hubiera podido conocer de primera mano cómo se estaba cumpliendo los compromisos establecidos.
Pero no ha sido así ya que aparte de ese brindis al Sol de la Consejera cuanto dice "los protocolos de vacunación son claros y estrictos" la ciudadanía no ha oído más que campanas sin saber desde donde sonaban.
La tormenta que origina la vacunación de los altos cargos de los hospitales - que se sepa - de Basurto y Santa Marina llega a la zona de la Lehendakaritza y su máximo exponente, con lágrimas de cocodrilo manifiesta "sentir pena, rabia y tristeza" ante esos hechos, pero curiosamente o quizá no tanto, no apela a la injusticia cometida como consecuencia de que no existe ley ni reglamento o protocolo formales a los que recurrir y así en el mejor de los casos solo podrá hacer referencia a la falta de ética de esas personas cuyos nombres debería darlos a conocer para escarnio de los mismos.
¿Cuales pueden ser las razones para que no exista un decreto, protocolo o procedimiento formales sobre el orden de vacunación?. Pues en mi opinión pueden ser dos. Una la ineptitud de ese área del Gobierno que no da para sustos como es Osakidetza y el otro, que sería todavía más grave, el que de esa manera se reservaba todo el margen de maniobra para hacer de su capa un sayo, que ya habría tiempo si las cosas se ponían feas para poner en marcha - como siempre - un comité amigo que definiera con sordina el alcance del desaguisado.
En resumen, una alarde más de prepotencia, ocultismo e ineficacia y o mucho me equivoco o en el mejor de las situaciones el tema se cerrará en falso con la "dimisión" de la Consejera que pasado un periodo prudencial volverá para ocupar un puesto importante como premio a la lealtad con su partido, después de lo cual fuese y no hubo nada.




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