EMPRESAS PÚBLICAS


 Las empresas públicas se crean,deben crearse mejor, bien para cubrir unas necesidades sociales que por sus dimensiones y rentabilidad no son apetecibles a la iniciativa privada, como por ejemplo transporte,sanidad... o para cubrir una necesidad sentida que no se puede satisfacer por una inexistencia total o parcial de oferta. En un país desarrollado como el nuestro esta última opción es practicamente inexistente. En España hay 4.000 empresas públicas, con una plantilla de 520.000 personas con participación total o parcial del Estado, de las autonomías, de las diputaciones y de los ayuntamientos. Aplicando una regla de tres simple, en función del número de habitantes "deberían" existir en Euskadi del orden de 170, pero hay 600, incluidas las duplicidades existentes de empresas participadas por las distintas administraciónes. Es decir, tenemos 3,5 veces más de densidad de empresas de este tipò que el conjunto de España. En cuanto a plantilla se refiere, son 45.000 los empleados existentes en Euzkadi en este tipo de empresas. Tambien con la aplicación del mismo criterio nos corresponderían del orden de 22.000.Tenemos pues el doble de la media del Estado ( sin olvidar por otra parte que disponemos de 77.000 funcionarios) .Que duda cabe que dentro de esa plantilla tienen que existir muchas profesionales perfectamente válidos, pero ¿cual es la razón de ese sobredimensionamiento en una autonomía como Euskadi el la que se puede subcontratar casi todo sin salir de casa ?. Pues esa proliferación de empresas tiene unas sencillas pero espúreas razones, tales como, ocultación de deuda, colocación de seguidores del partido político que las monta así como de amigos,familiares y recomendados, con generosos salarios por otra parte, sin ningún tipo de fiscalización y control formal, toda vez que el ocultismo es santo y seña de este tipo de sociedades. Y ni que decir tiene, que las inversiones necesarias para su puesta en marcha así como los resultados de sus cuentas de explotación forman parte de esa política hermética de ocultación de datos. Son tan evidentes los comentarios que se podrían hacer acerca de esta cuestión que no merece la pena citarlos.

R.Hidalgo Segurola