LA IMPROVISACIÓN COMO BANDERA

Durante los tres últimos años de mandato del anterior gobierno, el actual Presidente proclamó en numerosas ocasiones que él y su partido tenían  diseñadas las acciones necesarias para salir de las crisis que había comenzado a aflorar en el 2.008. Llegaron al poder y durante los primeros meses repitieron como un mantra que "los socialistas habían dejado al país hecho unos zorros". Tenían razón, pero eso no justificaba su inacción inicial, que una vez abandonada demostró que la caja la tenían vacía de ideas y planes. Vean sino algunos de los ejemplos entre los dichos y los  hechos en lo que respecta, a los impuestos, a las pensiones, al rescate, a la creación de un banco malo, al no abaratamiento de los despidos, a la cumplimentación del déficit 2.012, a la transparencia en la gestión e información, al no copago de las medicinas, a que los mercados se calmarán cuando lleguemos al poder, a mí Europa no me marca el paso, las líneas rojas de Educación y Sanidad no serán traspasadas, no habrá amnistía fiscal, el problema del alto valor de la deuda la tiene Grecia….
 Todas esas ideas incumplidas, han ido aflorando una tras otra como tartamudeando, ponen de manifiesto que durante tres años no dieron materialmente palo al agua en lo que se refiere a programar de manera coherente sus futuras acciones. Y en cuanto a los métodos empleados para hacer frente al pavoroso problema económico que tenemos, la ausencia de una  persona de hierro al frente del área económica - no como ahora, dos y mal avenidas - rebela una falta de criterio más que preocupante. Si a todo lo que antecede no se le llama improvisación en línea con la más arraigada tradición celtibérica, que baje Dios y lo vea.