LA CONTINUIDAD DE GAROÑA


Lo que está ocurriendo en esta última etapa con la central nuclear de Garoña es de difícil calificación. El gobierno condicionó, el pasado año, la prórroga de la actividad de la central 6 años más, siempre que su propietaria presentara como máximo para el 6 de setiembre la correspondiente solicitud de continuidad de la misma, ya que en caso contrario la planta debería ser cerrada de manera definitiva, como máximo, en julio del 2.014. No ejerce la propiedad en plazo ese derecho y 9 meses después solicita una prórroga que evite su cierre definitivo. ¿Pero que es esto?. ¿Es acaso que los propietarios de la central han tomado como rehenes al gobierno y hacen y deshacen lo que les viene en gana?. La razón que por otra parte esgrimen los propietarios  cuando aducen que en EEUU plantas de este tipo tienen una vida útil de 60 años no tiene un pase. ¿Pero desde cuando un sistema avala "per se" el estado de todas aquellas  realizaciones que han sido desarrolladas originalmente siguiendo las pautas del mismo después de 60 años de funcionamiento?. Al final, como estamos donde estamos y como quiera además que el barco se atraca donde manda el patrón, es más que probable que la planta se ponga nuevamente  en funcionamiento, lo que supondría un escándalo mayúsculo  a los que por otra parte cada vez estamos más acostumbrados. Por supuesto que de ocurrir un grave accidente nadie será culpable del mismo toda vez que las responsabilidades entre propiedad, gobierno y el Consejo Superior Nuclear estarán perfectamente diluidas.

R.Hidalgo Segurola