sábado, 9 de abril de 2016

LAS ELECCIONES DEL 26 DE JUNIO DE 2.016

El PSOE fue fundado como un partido obrero, socialista y marxista. 100 años exactamente después abandonó el marxismo auto proclamándose como partido social demócrata, definición que siendo perfectamente oscura puede significar cualquier cosa, excepto la de ser un partido de izquierdas y buena prueba de ello la tenemos en el pacto que ha establecido con ese partido emergente que se ha venido en denominar como de "derechas civilizada", - extraña  definición como si el cupo de oximorones no estuviera ya cubierto con largueza,- como opción prioritaria a la de pilotar un conglomerado de partidos de izquierdas. Apuesta que al PSOE le saldrá rana porque el futuro político próximo, el que se alumbrará como consecuencia de las próximas elecciones del 26 de junio próximo, parece más que claro, diáfano. Gobierno tripartito compuesto por el PP que ve gozoso cómo el partido emergente le ha salido un alumno aplicado hasta el punto que en su primera aparición en la palestra política tocará poder y el PSOE, que alegará, como coartada para formar parte del Gobierno, a su más que reconocida tradición de partido responsable cuyo patriotismo y sentido de Estado está fuera de toda duda. Esa coalición cumple con creces las expectativas de los dos partido de derecha, ya que sigue en el poder, en tanto que el PSOE, autodenominado el partido de la renovación, seguirá esa trayectoria declinante que está siguiendo de manera imparable desde su triunfo electoral del año 1.982. En pocas palabras está siguiendo la definición de Groucho Marx, que decía  "de victoria en victoria hasta la derrota final".

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