NO DAN UNA

No se sabe muy bien si los continuos desfases en el cumplimiento de los objetivos del déficit público de España se deben más a el abuso que se está haciendo aprovechando la laxitud de las autoridades monetarias europeas que se están dando cuenta de que se pasaron un pueblo en su política austericida o que nuestros dirigentes no saben en que dirección sopla el viento, es decir, están desveletados o que finalmente la falta de rigor en su cumplimiento es consustancial a su género y condición, aunque como la verdad no es siempre químicamente pura, a lo mejor se trata de un mix al 33% de todas las hipótesis apuntadas. De cualquier manera, la cosa es para nota  porque desde que nos pusieron los deberes en ese aspecto y son ya cuatro años, no hemos dado en el clavo ni una sola vez y la culpa es siempre de la abuela por volver a reengancharse al tabaco. En el pasado año la previsión era de que el déficit no superara el 4,2 % del PIB y se ha llegado al 5,16 %. Alguien puede pensar que el incumplimiento por un punto porcentual no es para ponerse así, pero sí que lo es, porque la diferencia del incumplimiento es de cerca del 23%, que es ya un valor respetable. Para el año próximo, el objetivo fijado en ese material que es el papel, sufrido como pocos, es del 2,8 % y los señores De Guindos y Montoro sin pestañear, con ese expresión pétrea que les caracteriza, afirman solemnemente que se cumplirá. ¡Anda ya !