LA SIDERURGIA BIZKAINA

Malos tiempos corren para la industria siderúrgica europea y para los restos que quedan de la vasca también.Tras 94 años de actividad, Altos Hornos de Vizcaya, buque insignia de nuestra industria, plegó velas víctima del autarquismo primero y de sus mantenidas ineficacias internas después. Ahora el peligro viene de lejos, concretamente de China, que está realizando un dumping manifiesto sobre los productos siderúrgicos que exporta, ante el cual Europa como siempre reacciona con una lentitud de caracol. Entre la baja de la demanda por un lado y por otro la inundación de productos chinos, la Acería Compacta de Bizkaia, heredera del naufragio de AHV, está sufriendo los embates del temporal hasta el punto de que está cerrada y su reapertura y aun así parcial, está condicionada por la empresa a recortar plantilla y salarios, esto último aprovechando que el Támesis pasa por Londres y es que siendo como es el trabajo un bien cada vez más escaso, aplicando la inmutable ley de la oferta y la demanda y por aquello de que el empresariado no tira piedra que no rompa cristal, pues eso, apelando a la sacrosanta competitividad marca duras condiciones para volver al tajo. Son encomiables por otra parte los esfuerzos que está realizando la Consejera de Industria del País Vasco para reconducir la situación, aunque me temo que baldíos, ya que su escasa capacidad de maniobra tendrá poca influencia en el centro de decisión de la empresa, allá en India. Lo curioso y a la vez triste es que tanto el problema como la solución del mismo estén en China e India respectivamente, es decir, tan lejos de nosotros.