jueves, 19 de mayo de 2016

¿SOMOS TONTOS?



Una de las muchas peculiaridades que distingue a la clase política es la de considerar que el resto de los mortales tiene un coeficiente intelectual que a duras penas llega a la normalidad y eso en el mejor de los casos. Solo así se entiende que den explicaciones, ante hechos que hablan por sí solos, tan fuera de la lógica como las que hacen con harta frecuencia. Por quedarnos con un ejemplo de los últimos, fijémonos en el PNV que para justificar el porqué no pide pena de cárcel para una serie de personas, 26 nada menos, encausadas en el que se ha venido denominando el "Caso De Miguel", que es hasta el momento el mayor caso de corrupción descubierto en el País Vasco, se descuelga con el argumento de que su entramado sólo ha ocasionado en definitiva un perjuicio a las arcas vascas y en consecuencia con que se les imponga una multa por el importe del mismo, pues que ya vale, considerando en definitiva que el mayor caso de corrupción -insisto - destapado hasta ahora, no merece la  pena de cárcel para sus autores.Y ya puestos en la senda del despropósito, se vienen arriba y piden, reclaman, que las esposas de los tres cabecillas de la trama, probablemente inspirados en el ejemplo de la Infanta, queden lejos de los focos de la Justicia. Por buscar una explicación a este tipo de hechos, casi no queda otra salida que pensar que el miedo a provocar una reacción virulenta en los encausados es el que hace salir al Partido por los cerros de Úbeda.Total como a nuestros votantes y a los que no lo son les falta un hervor, pues eso, ni se van a enterar.

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