viernes, 22 de septiembre de 2017

LA MILLA NÁUTICA Y EL NUDO (2)


 

Veamos como median la velocidad en los barcos antes de desarrollarse otros sistemas de control. Se utilizaba un tambor en el que se arrollaba un cabo en el que se hacían nudos cada 15,43 m. Se dejaba deslizar por la popa el mecanismo del tipo que se puede apreciar en la imagen adjunta. La unidad de velocidad que se utiliza tanto en la navegación marítima como en la aérea es el nudo, en inglés knot y es equivalente a millas náuticas/hora. Y entonces ¿porqué al igual que se dice en tierra no se expresa la velocidad en esos dominios en millas/hora?. Pues se me ocurre que por razones históricas, además de ser más corto el término nudo que el de millas/hora.
Las paletas de la imagen de la derecha llevaban en la parte inferior un contrapeso de plomo que hacia que quedaran en posición vertical de forma que al arrojarlas al agua el cabo se iba desenrollando. El equipo se completaba con una ampolleta - reloj de arena - calibrado para 30 segundos. Cuando la arena pasaba toda a la parte inferior de la ampolleta se detenía el desenrollado del cabo y se contaban los nudos que habían pasado, indicando el número de ellos la velocidad que llevaba el barco en millas/hora. Pero como se contaba en nudos, pues ahí quedo el nombre de la unidad para los restos. (Bueno, por lo menos hasta que los norteamericanos digan otra cosa).
Ahora queda por demostrar la equivalencia entre los nudos y las millas/hora. Supongamos que el número de nudos contados eran 8, que equivalen, como decíamos a una velocidad de 8 millas/hora. 
Bien, 8 nudos contados supone que el barco se ha desplazado 15,43 x 8 = 123,44 metros que han sido recorridos en 30 segundos, luego en una hora - 3.600 seg. - el barco recorrerá (naturalmente manteniendo constante su velocidad), 14.812,80 metros, distancia que dividida por el valor de una milla náutica, que ya sabemos que son 1.852 metros, nos da 8 como resultado, por lo que queda demostrado que efectivamente el nº de nudos que se han desenrollado en 30 segundos nos da la velocidad del barco en millas náuticas /hora.
Con esta medida de la velocidad del barco, con una rosa de los vientos y un reloj, podían trasladar a la carta de navegación la singladura efectuada y determinar diariamente su posición estimada. La determinación de esa forma de la ruta y posición diaria del barco es lo que se llama "navegación por estima". Esa posición era confirmada en cada mediodía local (cuando el Sol "pasa" por el meridiano del barco), determinando la latitud y la longitud de su posición, tomando la altura del Sol, pero eso es otra historia que diría Kipling.
Hay que reconocer al autor o autores de este sistema, que data como poco del siglo ¿XV?, un ingenio fuera de lo común. 



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