LOS HORARIOS DE LAS CONSULTAS MÉDICAS

Da igual que uno sea cliente (lo prefiero al término de paciente que es el que habitualmente se usa) de la sanidad pública o privada. Cuando se solicita hora para una consulta le darán una que parece sacada de un horario de ferrocarriles. Le dirán por ejemplo, las cuatro y diez. Bien, uno está allí como un clavo y la experiencia demuestra que en la suma de los tiempos en que habitualmente se demoran en llamarte, se podría estudiar una carrera corta, como de un par de años, incluso para las personas de buena salud. Para la clase médica no existen los tiempos muertos. Esos se los come todos el paciente - ahora si - cliente, incluso el que supone cuando el médico o médica, que tanto monta, vamos, digo yo, llegan con un retraso apreciable derivado de sus múltiples ocupaciones, retraso de los que en raras ocasiones se disculpan. El sistema tiene difícil solución, pero está pensado para que el médico nunca tenga que esperar. Si alguien tiene que perder el tiempo que sea el cliente, lo que no deja de ser una excepción de la regla que dice " del cliente vivimos, luego él es el rey ". Pues ni por esas. La clase médica suspendería de todas todas cualquier examen de marketing.