Si el PSOE,
antes obrero y socialista, lo fuera de verdad, hace ya tiempo que
habría formado un gobierno de coalición con Podemos y otros votos más de
los llamados partidos periféricos hasta alcanzar los 176 escaños
necesarios para obtener la mayoría absoluta. Sin embargo sigue mareando la perdiz y al recordarle que en
muchos países
europeos los partidos ganadores de las elecciones sin la mayoría
suficiente están gobernados en coalición, la portavoz del mismo
remedando al que fue- tristemente recordado - ministro de Gobernación
con Franco, manifestó recientemente a este respecto, que "España es
diferente". Señor, que cruz.
La lógica del desarrollo de
los acontecimientos hace pensar que sus reuniones con Podemos no tienen
otro objeto aparente que el fabricarse una coartada para cargarse de
razones y poder manifestar finalmente que "pese a lo que pueda
desprenderse de su nombre, no podemos hacer carrera con ellos" y
consecuentemente, "derivado de nuestro innato sentido de la
responsabilidad y amor a la Patria", tenemos que compartir las tareas de
gobierno con Ciudadanos, no por lo que pueda representar de interés
para el IBEX, no, sino por las razones expuestas".
Lo
antedicho no deja de ser una teoría sujeta a error, pero me "luse", que
dicen los cubanos, que poco. Veremos, que dijo el ciego.
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