A mediados de octubre unos "okupas" entran en el domicilio en Portugalete de una señora. La señora presenta la denuncia correspondiente y la justicia ordinaria le dice que el 20 de noviembre se verá el juicio mediante el cual en una orden judicial se dictará una orden para el desalojo de la vivienda. Y entre tanto, mes y pico, la propietaria de la vivienda vivirá donde pueda, si es que puede ya que sino pues tendrá que dormir en la calle. Reacciona un grupo de personas del pueblo ante esa noticia y presiona a los ocupantes con su presencia de tal modo que estos, acogiéndose al lado que les interesa de la legalidad, llaman a la Ertzaintza pidiendo protección ante su salida de la casa. Días después el Presidente del Tribunal Supremo de Justicia del País Vasco declara que "tomarse la justicia por su mano, como en Portugalete, es un fracaso, ya que la convención es no emplear la fuerza porque sino volvemos a la prehistoria". Ni una palabra de auto crítica ante el contenido de una mierda de ley que permite la monstruosidad que supone que la propiedad esté esperando en la calle hasta la celebración de un juicio y que en ese período le puedan destrozar la casa y robar lo que se les antoje de manera impune.
El citado Presidente debería rasgarse la toga y dedicar sus esfuerzos a mejorar esa porquería de ley que está más dictada a favor de los delincuentes que de los ciudadanos propietarios. Por otra parte, si no tiene capacidad para mejorar este estado de cosas, por lo menos debería dar consejos, dentro de la ley por supuesto, como por ejemplo, "si ve que su casa ha sido ocupada por extraños, llame a la policía que corresponda según la autonomía en la que habite y manifieste que unos ladrones han entrado en su casa, que siguen en ella y que en consecuencia no se atreve a entrar". Sistema que le permitirá más que probablemente dormir ese dia en su casa además de ahorrarse el engorro de andar entre juzgados.
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