sábado, 21 de octubre de 2023

LO BIEN APRENDIDO....

Supongo que es algo que nos ha pasado a todos y es lo que sucede con cosas que hemos aprendido de chavales y que nunca se olvidan. A mi entre otras cosas se me han quedado gravadas dos definiciones cuales son la que se corresponden con la murmuración y la calumnia, definiciones que siempre me han valido para observar una linea de conducta. La primera de ellas dice así, "murmurar es dar a conocer sin necesidad las faltas o defectos del prójimo" y la segunda, sobre la calumnia, "calumniar es imputar al prójimo defectos o faltas que no ha cometido". Somos en general los humanos muy proclives a sobre todo, como muestra de ligereza, a murmurar porque resulta fácil hacerlo y además, también en general, el asunto tiene una buena acogida por ameno, distendido y cotilla. La calumnia es algo de mucho más peso, de tal suerte que dependiendo de la profundidad del comentario puede alcanzar la categoría de grave o incluso de muy grave.

A este respecto también recuerdo la moraleja que acompañaba como ejemplo de calumnia lo que le dijo un padre a un hijo que tenía la muy fea costumbre de calumniar. El padre le dice al hijo, llena un vaso de agua y tíralo al suelo. Así lo hace el muchacho y el padre le dice entonces, "ahora recógelo" y el hijo le contesta " pero padre, eso es imposible" a lo cual el padre le contesta, "pues esa, querido muchacho es la consecuencia que produce la calumnia y es que la fama del prójimo es fácil derramarla, destruirla, e imposible, al igual que el agua derramada, recogerla".
Esas cuestiones de la murmuración y la calumnia me llevan a otra cuestión que viene al pelo y es que existen tres temas y no más, de conversación entre los humanos, que son hablar sobre las personas (y ahí entran los temas entre otros de la murmuración y la calumnia), hablar sobre las cosas y hablar sobre las ideas. Busquen, buceen en la cuestión y llegarán finalmente a la conclusión de que efectivamente no existen más tipos de comunicación que los citados y más todavía, hablar sobre las personas es relativamente fácil, de las cosas un poco más complicado y mucho más todavía hacerlo sobre las ideas.
Y a partir de ahí me pregunto ¿será por eso por lo que los humanos tendemos a lo fácil, es decir  a hablar sobre las personas toda vez que hacerlo sobre las cosas y las ideas requiere un mayor esfuerzo y hasta una mayor preparación?. Lo dejo ahí, con lo cual les estoy invitando (malo que es uno) a entrar de lleno en la fase de las ideas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario