LAS CRISIS ECONÓMICAS

En las crisis económicas que se van sucediendo, quizá por aquello de que las crisis son para los más poderosos motivo de oportunidad, estos salen fortalecidos de las mismas  en tanto que los que menos tienen salen maltrechos de ellas. Esta en la que estamos y seguiremos estando durante muchos años más, no está siendo una excepción y ese principio se cumplirá de modo que las diferencias entre los que más tienen y el resto se agrandarán de forma importante y de ahí que como siempre que estamos en una situación semejante surjan las voces de los que  piden que paguen más los que más tienen y razón no les falta, toda vez que el 84% de los ingresos que se realizan por ejemplo  por el impuesto de IRPF lo son a través de las rentas de trabajo, es decir de aquellas personas que reciben una nómina. Están pues llenos de razón aquellos que reclaman un distinto reparto en el esfuerzo de las cotizaciones, pero no son pocos los que se conformarían con menos, rebajando su pretensión, dejándola simplemente en que paguen, no más, sino lo que en ley les corresponde, situación que está lejos de producirse, porque el 22% de la economía española es sumergida y se calcula además en 82.000 millones de euros los impuestos evadidos y que están a buen recaudo en paraísos fiscales, de cuya desaparición se ocupan aparentemente los que tienen capacidad de decisión para ello, pero me temo que el intento quedará en eso, en intento, con lo que las cosas seguirán exactamente igual y es que los que más tienen no están dispuestos a abandonar su situación de privilegio.