Parece ser que los inventores del "seny" van aprendiendo de los montaraces vascos y están empleando la llamada "táctica del salchichón" que tan pingües beneficios ha deparado a nuestra comunidad autónoma. Consiste esta táctica en ir acercándose al dueño del embutido y hacerse con una loncha en cada maniobra de acercamiento como alternativa a arrancárselo violentamente ya que esa forma podía molestar, y mucho, a su propietario. Con la táctica paciente del raja a raja, al cabo de 20 viajes el dueño se encontrará, sin haber dado muestra de enfado ya que no tendría sentido hacerlo por una sola raja, que solo posee la cuerda del final del salchichón y la chapa de características de aluminio colgando de ella.
El molt honorable está siguiendo claramente esa táctica, porque al final ocurrirá que, por un lado no habrá referéndum, dos, a cambio de ello, de ese ir y venir al salchichón habrá obtenido ventajas económicas para Cataluña que de otra manera ni soñar, tres, quedará como un héroe ya que se habrá tenido que rendir, no ante la fuerza de la razón, que estaba de su parte, sino ante el poder del gobierno central y cuatro, Rajoy quedará fortalecido ante sus mesnadas que le sacarán a hombres por donde haga falta, porque Cataluña seguirá donde estaba. Por supuesto todo ese tejemaneje se está pactando - cocinando que dicen los políticos - bajo la mesa. Conclusión, casi todos contentos, siendo la excepción aquellas comunidades autónomas que no tienen la posición negociadora de Cataluña.
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