martes, 20 de mayo de 2014

NUESTRO FÓRMULA 1

En el fallido proyecto denominado Epsilon de lanzar un coche Fórmula 1 con Eusko Label, dejamos en la gatera del orden de 45 millones de euros, proyecto que por cierto y quizá por su alto grado de magalomanía no fue autorizado por el Consejo del Gobierno Vasco.
 Es decir se puso en marcha por la aplicación directa del articulo 33.
 Hace más o menos 3 años que el PSE - entonces compartiendo tareas de gobierno con el PP - puso el grito en el cielo, con razón, negándose a seguir inyectando dinero en el proyecto entendiendo que hacerlo sería un despilfarro dada la inviabilidad del mismo. Ahora el Tribunal vasco de Cuentas a la hora de depurar responsabilidades, emite un informe gaseoso, evanescente, bajo el punto de vista político. Es decir, aquí no ha pasado nada. Todo estaba en orden.
 Produce vergüenza ajena, que por otra parte es una  emoción que a base de repetirla va produciendo hábito, que ahora, habiendo pasado solo el período de tiempo citado, el PSE, se alíe con PNV - impulsor del fallido proyecto - para aplicando el rodillo de la mayoría de sus componentes en el citado Tribunal, sus vocales, pese a que el informe original coincidía con sus tesis iniciales, veten el mismo a la hora de la verdad. Con tal de tocar poder - porque de eso se trata - los partidos políticos al igual que Luis XIV, el Rey Sol, están dispuestos a contradecirse de manera flagrante sin ningún rubor. Estos casos de decir hoy blanco y mañana negro se repiten hasta el hastío de manera vergonzante y luego les extraña que no les queramos.

Rafael Hidalgo Segurola

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