"No habrá en el Pais vasco ni exploración ni explotación del subsuelo para el fracking". El Lehendakati dixit, en la campaña previa a las últimas elecciones autonómicas, con su acostumbrada solemnidad. El paso del tiempo ha dado perspectiva suficiente como para determinar que en el reparto de papeles el lehendakari se reservó el de poli bueno en tanto que a la Consejera de Desarrollo y Competitividad le fue asignado el de poli malo, como lo demuestran algunas manifestaciones y hechos posteriores. De las primeras, según la Consejera "no existen evidencias negativas sobre la utilización de esa técnica". Más, "los vascos tendremos la gasolina más barata si finalmente obtenemos gas o petróleo". Ambas manifestaciones coinciden en la idea de tratarnos a los ciudadanos de analfabetos funcionales, pero bueno a eso estamos ya acostumbrados. Sobre los hechos un par de cuestiones. Una compañía canadiense tiene ya concedidas las oportunas licencias, para de momento explorar nuestro subsuelo a la busca y captura de derivados del petróleo. ¿Uds. recuerdan que alguno de las instituciones políticas vascas hayan aprobado legalmente esa concesión ?. De la Consejera no es de esperar aclaración alguna y aunque la hiciera tampoco su nivel de credibilidad la haría digerible dada su trayectoria en la defensa que hizo en el caso del fallido proyecto HIRIKO y en la venta de los restos de su naufragio, para la cual manifestó tener sobre la mesa dos ofertas hace ya casi año y medio y de las que nunca más se supo. Otra historia es la del Lehendakari que a partir de su promesa incumplida ha adoptado un perfil bajo dejando que la poli mala, de la cara. Nos debe una, Lehendakaari. Me refiero naturalmente a una explicación sobre este lamentable suceso.
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