jueves, 16 de junio de 2016

EL DESEQUILIBRIO ECONÓMICO - LABORAL

A partir del inicio de la última crisis económica y de eso ya se han cumplido 9 años, se han venido produciendo en el mundo económico y laboral una serie de desequilibrios importantes, de tal suerte que los hechos así lo atestiguan, los poderosos lo son más y el resto, los menos pudientes, los son menos. En el orden laboral donde quizá se hayan producido los cambios más visibles, nos encontramos con una nueva reglamentación laboral, para cuyo lanzamiento se utilizó el eufemismo de que "se hacía con objeto de crear empleo", cuando a la vista está que lo que si ha generado ha sido precariedad, contratos basura, empleos por horas, disminución de salarios, abaratamiento en los despidos y un largo etcétera.
Los empleadores, que sufren por la disminución de la actividad empresarial - que se ve agravada por el fenómeno de la globalización - intentan y casi siempre consiguen, paliar siquiera parcialmente la disminución de su cuenta de resultados, pulsando todas las teclas imaginables, una de las cuales es la de las plantillas. 
Tenemos entre otros, un ejemplo cercano aquí en Bizkaia. La Acería Compacta de Bizkaia, ACB, de capital indio, ha visto caer su cartera de pedidos por una doble circunstancia. Una, por la disminución de la actividad en los mercados a los que envía su producción y dos por el descarado dumping que está realizando China en su línea de productos. Por otra parte, ACB se ve capaz de colocar 12.000 Tm. al mes de bobinas de chapa laminada en caliente que es el producto que fabrica y para que sus números les resulten admisibles idea un esquema productivo que consiste en 1). Trabajar sólo sábados y domingos en dos turnos diarios de 12 horas. 2). Reducir su plantilla a la mitad, es decir quedarse con 150 trabajadores en lugar de los 300 actuales. 3). Bajar los salarios de los que se quedan en un 15%. 4). Poner la mano como los egipcios para ver que pesca en el Gobierno Vasco, deseoso como está de que Sestao no se quede hecho un desierto si se cierran - porque esa es la alternativa que ofrece la propiedad si no se aceptan sus condiciones - los últimos vestigios de la siderurgia bizkaina. Hay que añadir por otra parte que el interés del Gobierno se ve acrecentado, sin duda, por el período político en el que estamos.
Hay que aclarar que la idea del propietario de la laminación de trabajar sábados y domingos, tiene su razón de ser en que en esos días las tarifas eléctricas son más bajas y eso tiene una enorme importancia en el sistema de producción de la fábrica que partiendo de chatarra la convierte en hornos eléctricos en acero líquido. Me queda la duda si habrá apretado las clavijas a su suministrador con el mismo entusiasmo que el empleado en el tratamiento a la plantilla, pero bueno, me quedaré con las ganas.
Este ejemplo de la ACB es el paradigma de las consecuencias del profundo desequilibrio al que hacía referencia al principio, pero no deja de ser mas que un suceso de los muchos que pululan en el mundillo laboral y es que en definitiva el trabajo se ha convertido en un bien escaso y los empleadores, plenamente conscientes de este hecho, están en disposición de sacar leche hasta de un botijo. Pero lo peor de esta situación es que para revertirla hace falta por un lado una clara activación de la economía, cuestión que a corto plazo no se vislumbra y por otro un fuerte pulso del mundo del trabajo con los empleadores, que habiendo ganado la posición no será nada fácil moverles de ella. De modo, en definitiva, que los logros conseguidos a través de tantos años de lucha trabajadora, se han ido al carajo en esta última crisis y para rato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario