miércoles, 11 de enero de 2017

ATROPELLOS EN DURANGO

El título de este suelto parece el de una novela de Agatha Christie, pero no, la cosa no va de novelas, la cosa va de que en Durango (Spain) - porque Durangos en el mundo hay un montón - han sido 13 las personas atropelladas en los pasos de cebra en el último trimestre, elevado número que naturalmente preocupa tanto a la ciudadanía como a nuestros dirigentes locales. Se oyen clamores pidiendo una mejor señalización de dichos pasos, mejoras que naturalmente se pueden conseguir toda vez que todo sistema es, por definición, mejorable. Pero no se oyen tantas voces acerca del comportamiento de conductores y peatones, que son a mi parecer los principales causantes del problema, en distinto grado, claro. Los primeros por falta de espíritu cívico, ya que siguen pensando que ceder el paso es un favor que conceden, idea que sumada a su falta de concentración, da como resultado lo que a la vista está. Y en cuanto a los peatones, la creencia de que la cesión de paso es un derecho inalienable para ellos, les lleva, nos lleva, a olvidar la prudencia que debe presidir sus actos al echarse a la calzada, así sin más, como quien lava. Cuánto mejor nos iría si cruzaramos el paso cuando confirmemos que el vehículo que se acerca reduce claramente su velocidad. "Aquí yace Pérez, tenía razón, ello es bien cierto, pero como si no la tuviera, porque está bien muerto", podía ser el epitafio de un peatón perfectamente conocedor de sus derechos y que así actuara. De modo, peatones, que como no todos parecen que conocen nuestros derechos, pues utilicemos racionalmente la prudencia en los pasos de cebra, que "hay gente pa too", que decía El Guerra.

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