miércoles, 18 de enero de 2017

¿ LÁGRIMAS DE COCODRILO ?

La Ministra de Defensa se rasga las vestiduras y transida de emoción hasta el punto de casi llegar a las lágrimas, pide perdón a los familiares de las víctimas del desgraciado asunto del Yak - 42 que acabó con la vida de 62 militares españoles y trece civiles, haciendo un total de 75 fallecidos. Se supone que lo hizo por la responsabilidad del gobierno de fletar un avión en las condiciones que estaba y por la chapuza siniestra que resultó el reconocimiento de los cadáveres de los militares fallecidos. Han transcurrido desde entonces casi 14 años y durante ese tiempo el que fue Ministro del ramo en aquel entonces, supernumerario - para más inri - de la Obra de Dios, del Opus Dei, para entendernos, negó responsabilidad alguna sobre esta catástrofe y despreció y se mofó de los familiares de las víctimas que pedían responsabilidades sobre el accidente.
Pero por esas cosas de la política, ahora, precisamente ahora, sale la Ministra pidiendo perdón al borde de lágrimas por este desgraciado asunto. Ahora tiene la oportunidad de demostrar la sinceridad de su show cuando tenga que contestar ante la Cámara de Diputados algunas de las cuestiones que le ha presentado un miembro de la oposición tales como :

- ¿ Por qué no se contrató la prima de un seguro obligatorio para ese vuelo en tanto para los altos cargos de es ministerio-Ministro incluido- se contrataban pólizas de 450.000 € ?
- El avión no disponía de la famosa caja negra y los pilotos superaban la horas de actividad permitidas.¿Quién, con nombre y apellidos, autorizó ese vuelo?.
- Si el Gobierno pagó 149.000 € por ese servicio y la empresa que contrató el vuelo percibió 38.500 €. ¿Donde se ha esfumado esa diferencia?.
- Los dos Generales bajo cuya responsabilidad se encontraba la repatriación de los cadáveres y las autopsias- chapuceras-  que se realizaron, fueron premiados y condecorados por esas acciones y su jefe el Ministro, nombrado Embajador de España en Londres sin saber una palabra de inglés, con la excepción de la de whisky, probablemente.
¿Por qué?. ¿Qué pretendía el gobierno con esas decisiones ?. ¿Enmascarar su descomunal chapuza?.
De la contestación a esas preguntas y otras formuladas por la oposición que omito por no alargar - con el frío que hace - este comentario, se desprenderá la sinceridad con la que la Ministra
efectuó su representción.


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