viernes, 2 de junio de 2017

LOS CHISMES DEL PRESIDENTE

Fue Antonio Machado quien dijo que en España de cada 10 cabezas una piensa y las demás embisten. 
A la luz de los últimos (y lo digo a las 9.30 UT, de hoy 2 de junio, porque el día da para mucho) acontecimientos en materia de corrupción, asignatura en la que a base de machacarla nos hemos hecho unos eruditos, este aserto merece la pena ser esculpido en el dintel de la puerta de nuestro domicilio, para que no se nos olvide.
Veamos. Dimite por "razones personales" (como si existieran las impersonales), el Fiscal Anticorrupción, por tener una cuenta que le han descubierto en Panamá. El mismo país en el que tenía unos ahorrillos camuflados aquel portento de Ministro que fue el canario Soria. Recuerden por otra parte, aquel sonado asunto de la dimisión de Nixon en EEUU. como consecuencia del espionaje político que mandó realizar en el edificio Watergate en Washington. Nixon tuvo que dimitir, no por su implicación en dicho asunto, sino porque mintió descaradamente en el Congreso acerca del tema. Esta es una de las muchas cosas que nos diferencian de los anglosajones. La distinta valoración que se hace de la mentira. Aquí, en España, los políticos mienten como bellacos, y a base de práctica la hacen con la misma naturalidad con la que respiran y eso la Sociedad no lo penaliza. Por eso el fiscal dimisionario lo ha hecho en repetidas ocasiones sin que se le alterara un músculo de su pétrea cara lo más mínimo. En los 87 días que ha durado en el puesto ha ejercido el papel de un zorro guardián de un gallinero, poniendo palos en la rueda de la investigación de otro campeón de la corrupción, el llamado Nacho González, una auténtica figura de la misma. El que lo nombró para tal puesto olvidó un pequeño detalle y es que si alguien debe tener un pasado limpio de polvo y paja, ese debe ser el que tiene que ser el terror de los malos. El paladín de la Justicia, el Fiscal Anticorrupción y ese pequeño detalle se les escapó, dejando a un lado lo de la mujer del César.
En plena ceremonia de la confusión su jefe, mejor su ex jefe, manifiesta que intentó persuadirle para que ! no dimitiera !, lo que viene a arrojar aires de sainete sobre este desgraciado asunto. 
El título de este suelto, LOS CHISMES DEL PRESIDENTE,viene a cuento por lo siguiente. Como comentario a este lamentable episodio, el Presidente Rajoy - esta vez sin papel al que consultar - dice de corrido que " hacer política es hacer las cosas a lo grande y no ocuparse por los chismes". Este comentario, por una vez claro y contundente, estilo que ni de lejos practica, pone de relieve su línea de pensamiento acerca de esa lacra que es la corrupción. Rajoy entiende de manera absolutamente amoral, que los cientos de casos de corrupción que se han venido sucediendo durante su mandato, son "daños colaterales inherentes a todo sistema democrático", en lenguaje más al alcance de sus menguadas meninges, "chismes".
No me ha parecido nunca Rajoy un tipo muy espabilado, salvo eso si, para perpetuarse en el poder a cualquier precio, incluso por encima de esa la lacra que es la corrupción. Frau Merkel definió bien esa característica cuando le dijo "Mariano, eres incombustible".
Permítanme una última reflexión acerca del sistema político. La figura del Presidente de una nación, como por ejemplo España, yo la entiendo como la del Presidente ejecutivo, de España S.A.
En una sociedad anónima, el Presidente no puede salirse de rositas ante los muchos desfalcos y tropelías que han cometido sus colaboradores más inmediatos. Esa inacción, ese dejar hacer, ese dejar pasar ese tipo de acciones, sería severamente castigado por la Junta de Accionistas de la Sociedad. Si los accionistas - votantes, no embistieran en lugar de pensar "otro gallo cantaría, la Patria se salvaría y Cuba sería feliz", que dice la canción habanera. 
Para acabar un mensaje catastrofista. Pese a todo lo dicho, tenemos Rajoy para rato porque somos así y no nos cambia ni el moro Muza resucitado.




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