sábado, 26 de enero de 2019

EL FUTURO





El envejecimiento de la población como consecuencia del 

incremento de la esperanza de vida de la misma, el 

crecimiento insostenible de la economía en sus niveles 

actuales, la productividad en constante aumento por la 

utilización de nuevas tecnologías, la espectacular 

concentración de poder económico, la creciente desigualdad 

entre clases... tienen que dar origen- necesariamente -  a 

una sociedad muy distinta de los parámetros que rigen en la 

actualidad y eso no se vislumbra en el horizonte, 

circunstancia que le hicieron exclamar a un bilbaino chirene 

que "el futuro ya no es lo que era", porque cada vez se 

presenta con más y más difíciles incógnitas a resolver. Me 

cabe la esperanza de que cada tiempo tiene su afán y la 

humanidad, en constante evolución desde que el hombre 

fabricó la primera herramienta, siempre ha sabido adaptarse 

a los cambios. Cierto es que el  gradiente de los mismos se 

ha intensificado y de que manera, pero eso no cambia la 

esencia de nuestra adaptación. Pero de todas formas, de 

momento no se vislumbra en el horizonte, una política que 

apunte el camino hacia esa nueva forma de sociedad, entre 

otras razones porque los poderosos - los de siempre – han 

hecho suyo el lema de “después de mi, el Diluvio", de ahí mi 

temor y coincidencia en el juicio de mi paisano de que "el 

futuro ya no es lo que era". 




No hay comentarios:

Publicar un comentario