Un coche llamado Km. 0 lo es cuando ya está matriculado por el
concesionario. Suelen ser vehículos que los han utilizado para personal
propio, con poco kilometraje y una antigüedad que no supera los 6 meses, o
coches en exposición en el propio concesionario, a estrenar. Por
extensión se ha puesto de moda denominar así a productos realizados en
las proximidades de sus centros de consumo y de ello tenemos aquí en el
País Vasco algunos ejemplos como la leche y la carne de vacuno. Por un
lado se trata de despertar la fibra sensible de "consuma productos
producidos aquí" aduciendo además que al no venir de lejos la
contaminación que se haya producido en su transporte es reducida. Hay
buena parte de solidez en la segunda parte del argumento ya que consumir
manzanas chilenas o kiwis de Nueva Zelanda o naranjas sudafricanas,
bajo el punto de vista conservacionista es una aberración.
Hasta
aquí una breve explicación sobre el Km.0, tema que abre a la
imaginación cosas como estas: ¿Se imaginan Uds. un Ayuntamiento regido
por profesionales de la gestión y no por simples - y a veces poco
dotados - aficionados y que esos profesionales sean de Km.0, es decir
del pueblo por un lado y por otro que el centro de decisiones a tomar en el pueblo no se
encuentre a 30 o 42 km. por poner dos cifras al azar?. Sigan excitando
la imaginación y supongan que - de verdad, no de boquilla - la
transparencia en la gestión y la participación ciudadana tendrían plena
vigencia en el modo de gestionar ese gobierno local. Pues es en este
momento en el que comparada con la actual política municipal, en
general, habría que decir como Luther King, "I have a dream".
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