viernes, 28 de agosto de 2020

LO QUE FALTABA


Eramos pocos y parió la abuela. Hace 2 semanas, después de argumentar de manera prolija y pomposa la anulación de un decreto del Gobierno Vasco acerca de la hora de cierre de pubs y discotecas, el Tribunal Superior del País Vasco, cambia de rumbo 180º su postura y sin que la Ley haya cambiado un ápice, a la voz de "hale hop, más difícil todavía" como en el circo, deja las cosas como estaban. Si hay quien opina que este tema de la pandemia que nos ocupa es demasiado seria para dejarla en manos de los políticos, supongo que tras este suceso se habrán echado las manos a la cabeza pensando que ya solo faltaba para redondear la fiesta que la Justicia metiera la cuchara en la gestión de este grave problema que nos aqueja.
Como moraleja de este chirene suceso cabe hacer referencia a la flexible interpretación que hacen muchos jueces de la Ley, que si bien es claro que no es una ciencia exacta, tampoco tiene que ser la casa de la Gorriona. Si estos jueces estrella, con todo el aspecto de ser un verso suelto, ajustaran sus meninges simplemente para efectuar una interpretación de los textos menos personalista, pienso que nos daríamos con un ladrillo refractario en los dientes.

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